Una tercera menor revela en el juicio como testigo que también sufrió abusos, pero los hechos no se denunciaron
PALMA, 22 Ene. - Un hombre ha negado este lunes en la Audiencia Provincial haber abusado sexualmente de su hijastra y una amiga de ésta, ambas menores de edad, en Palma, acusación por la que la Fiscalía pide una condena de diez años de cárcel.
El juicio ha comenzado este lunes en la Sección Primera y continuará este martes. Los presuntos abusos, situados entre 2014 y 2021, trascendieron cuando una de las niñas contó lo ocurrido a su tutora en el colegio.
Ante el Tribunal, el hombre ha negado rotundamente haber sometido a las menores a tocamientos, haber intentado besarlas o haber entrado en el dormitorio de su hijastra y haberse bajado los pantalones: "No tengo nada que ver con eso".
El hombre, que en la actualidad sigue siendo pareja de la madre de la víctima, ha atribuido la denuncia a la ruptura entre los progenitores: "Creo que ella siente que me he metido en medio entre su padre y su madre".
El procesado convivía con su madre y la menor en un domicilio de Palma, y ha reconocido que a menudo pasaba tiempo a solas con la niña porque tenía que recogerla del colegio y llevarla a actividades extraescolares. El hombre ha admitido que en "dos o tres" ocasiones dio masajes a la menor, pero sólo "en los pies" y delante de su madre.
En cuanto a la amiga de su hijastra, el acusado ha indicado que la vio "dos o tres veces nada más" y que en alguna ocasión se quedó a dormir en el domicilio.
Los presuntos abusos no trascendieron hasta que una de las niñas, la amiga de la hijastra del acusado, lo contó a su tutora en el colegio. La alumna concertó una cita con la docente antes de empezar las clases porque tenía que "contarle una cosa". "La esperé fuera del aula y me dijo que se había quedado a dormir en casa de su amiga y que su padrastro la tocó", ha recordado la profesora. Había transcurrido aproximadamente un año desde el incidente.
A raíz de esta conversación con la tutora se descubrieron también los abusos a la otra menor: "Dijo que otras veces a ella también la habia tocado". Ante la gravedad de los hechos, la tutora lo puso en conocimiento de la dirección del centro. Las niñas mantuvieron su versión y se avisó a los padres.
"Me cabreé mucho, tenía ganas de matarlo", ha expresado el padre de la primera menor -hijastra respecto del acusado--. El progenitor intentó que la niña se lo contara, pero cada vez que preguntaba ella no quería decirle nada y rompía a llorar.
Después de esto el padre obtuvo la custodia total porque la madre no creía a la menor y había intentado impedir que la niña se entrevistase con una psicóloga del IMAS. "Me ha dicho que se lo contó a su madre, y que ella le contestó: 'No digas tonterías, que esto no es verdad'", ha indicado el testigo.
La madre de la otra niña ha recordado que al llegar al colegio encontró a su hija llorando: "La tutora y la orientadora me dijeron que mi hija había sido muy valiente, yo no entendía nada". La mujer ha corroborado que tras la fecha del incidente su hija "ya no quiso volver más" a la casa del acusado.
Durante el juicio ha declarado como testigo una tercera menor que también ha dicho haber sido víctima de abusos, si bien no forman parte de este juicio porque nunca denunció los hechos. La joven, vecina del acusado, estaba explicando que cuando tenía 11 años solía ir a jugar con su hijastra al domicilio, pero que dejó de hacerlo porque le había pasado "algo parecido" a lo relatado.
El abogado de la acusación particular le ha preguntado si con ello se refería al acusado, a lo que ha contestado afirmativamente; no obstante, el Tribunal no ha permitido más preguntas en ese sentido porque no son hechos objeto de enjuiciamiento en estas actuaciones. Al finalizar su declaración no se le ha hecho ninguna indicación especial ni recomendación al respecto.
Esta joven había sido amiga de la hijastra del acusado pero para cuando se conocieron los hechos se habían distanciado. A pesar de ello, la víctima fue a buscar a su vecina en el colegio, el mismo día que la segunda víctima habló con su tutora. "Me dijo que le llevaba pasando esto mucho tiempo, varias veces", ha indicado la testigo.
Por su parte, la pareja del acusado ha restado credibilidad al testimonio de su hija negando cualquier sospecha de abuso. La mujer ha declarado que "nunca" vio nada extraño y que la niña "jamás" le habló de tocamientos.
La madre ha achacado la versión de su hija a que "quiso apoyar a su mejor amiga" y a que cuando sus padres se separaron "le metieron en la cabeza que él [el acusado] fue el culpable".
La hermana mayor de la víctima tampoco notó nada raro y cree que miente: "Yo le he preguntado dos veces y ella sólo me contesta que no le creen".
El testimonio de las víctimas se ha reproducido a puerta cerrada como prueba preconstituida. Además de la pena de cárcel, el fiscal pide una orden de alejamiento y una indemnización de 12.000 euros para la víctima.
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