El varón y su hermano, asimismo procesado, afirman no rememorar ser gestores de la entidad o ocuparse de las negociaciones
Un tercer encausado asegura que negoció con el padre la adquisición de la sociedad y que "de cuando en cuando venían los hijos"
PALMA, 18 Jul.
Uno de los acusados de estafar a múltiples personas al vender dependencias del viejo apartahotel Espigol Beach (Cánido Picafort) como casas residenciales ha asegurado no rememorar ser el gestor de la entidad y que "firmaba varias cosas" al estar "mandado" por su padre.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha arrancado este lunes la primera sesión del juicio contra los seis procesados en la causa, para todos los que la Fiscalía solicita penas que suman hasta 36 años de prisión y también indemnizaciones para los perjudicados que alcanzan los 906.000 euros.
Durante su intervención, el encausado ha negado ser el gestor en el instante en que sucedieron en teoría los hechos --entre 2004 y 2005 según la fiscal-- y ha manifestado que no recuerda haber firmado proyectos de conversión del apartahotel a casas residenciales --como por poner un ejemplo llevar a cabo ocultar la recepción-- o contratos de venta de tales pisos.
"Firmaba varias cosas, yo iba mandado por mi padre, no recuerdo nada", ha reiterado el hombre frente al Tribunal. Además, ha concretado que quien administraba la compañía era su padre, que se encontraba "recurrentemente" de viaje, y que hacía "lo que afirmara él".
Asimismo, respondiendo a las cuestiones de su letrado, ha remarcado que "jamás" ha negociado nada con el resto de los acusados y que el que tomaba la resolución de los pactos era su progenitor, mientras que aseguró que ignora los negocios que ha firmado por obligación de su padre.
Del mismo modo se pronounció su hermano y asimismo acusado a lo largo del interrogatorio, que ha añadido que "del tema de las negociaciones" ellos no se encargaban. "Él --su padre-- nos afirmaba donde debíamos proceder a firmar y también íbamos, jamás he intervenido en una venta", ha aseverado.
Un tercer acusado, en un caso así el gestor único de la sociedad, ha señalado en la Sala que la adquisición de la entidad la negoció con el padre "pero en ocasiones venían los hijos".
Según el escrito de la fiscal, los seis acusados, puestos "de común acuerdo" para realizar un plan preconcebido para conseguir un "enriquecimiento ilícito", organizaron un complejo entramado de "operaciones fraudulentas" para vender 28 pisos del apartahotel a particulares.
Además, apunta que escondieron que los pisos estaban premeditados a explotación turística, con lo que las casas quedaban fuera de la ordenación urbanística y, consecuentemente, carecían de cédula de habitabilidad para administrar los distintos abastecimientos de agua y luz. Todo esto hacía que los usuarios no pudieran habitar, rentar o vender estos pisos.