Acusado de violación y soborno sexual a la hija de su pareja, asegura no tener relación alguna con los delitos.
Un hombre acusado de violar a la hija de su pareja y ofrecerle dinero a cambio de sexo ha negado rotundamente los cargos en su contra. El individuo compareció ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares, donde se celebra el juicio en su contra. La Fiscalía solicita una condena de diez años de prisión por agresión sexual y otros cinco años por inducción a la prostitución, así como una indemnización de 15.000 euros. El acusado afirmó que nunca habría intentado llevar a cabo tales actos, ni siquiera bajo coacción.
A raíz de las preguntas formuladas por la fiscal, el hombre negó haber realizado tocamientos a la menor. "En absoluto. Me criaron de acuerdo a los valores tradicionales y estoy totalmente en contra de este tipo de acciones. Para mí, son actos aberrantes", expresó ante la Sala. Asimismo, negó haber mantenido relaciones sexuales con la madre de la niña, argumentando que años atrás se sometió a una intervención quirúrgica debido a una infección que le impedía mantener relaciones íntimas.
El acusado también fue interrogado acerca de la situación económica de su entonces pareja y la niña. En respuesta, recordó una ocasión en la que la menor le pidió dinero "porque en casa no tenían para comer". Sin embargo, aclaró que este hecho ocurrió cuando la niña aún vivía con su padre. Además, en relación a un episodio en el que supuestamente fue sorprendido por la madre realizando tocamientos a la menor, el hombre se excusó diciendo que escuchó los gritos de la niña y acudió a su habitación. Según afirmó, al entrar tropezó y cayó sobre la cama.
Antes de concluir su declaración, el acusado alegó que la denuncia de la niña era una manipulación por parte de su madre. Según sus declaraciones, la madre le retuvo algunas joyas que pertenecían a él y no las devolvió tras su separación. Además, argumentó que la mujer presentó la denuncia como una estrategia para evitar devolverle las joyas. El acusado afirmó que la niña no sería capaz de hacerlo por sí sola, ya que es una buena persona.
Según la acusación, los hechos ocurrieron aproximadamente entre 2002 y 2012, durante los cuales el hombre tenía una relación con la madre de la niña. Según se alega, cuando la niña tenía ocho años, el acusado le realizó tocamientos y la penetró con los dedos. Más tarde, cuando tenía aproximadamente 12 años, la violó varias veces por semana durante un tiempo. Incluso después de que la relación con la madre se hubiera roto, la niña continuaba yendo a limpiar la casa del acusado y él también la violaba. Según el relato de la fiscal, esta situación duró hasta que la niña cumplió 17 años. Como consecuencia de todo esto, la víctima sufre de ansiedad y requiere tratamiento psicológico.