El Archipiélago de Baleares ha visto un aumento positivo en sus reservas hídricas durante el mes de octubre, alcanzando un 54%, lo cual representa una ligera mejora en comparación con el mes anterior, que fue de 52%, y un incremento de seis puntos porcentuales con respecto al año pasado (48%). Estos datos reflejan una situación prometedora para el suministro de agua en las islas.

En cuanto a las islas individuales, Mallorca ha experimentado un aumento en sus reservas, pasando del 44% al 55%. Por otro lado, Menorca y Eivissa han disminuido sus reservas de agua, alcanzando el 49% y el 41%, respectivamente. La Conselleria del Mar y Ciclo del Agua ha señalado que estos cambios son resultado de la variabilidad natural y los desafíos que supone la gestión del agua en un entorno insular.

El Índice de Unidades de Demanda (UD) muestra una evolución mixta este mes. Cinco unidades de demanda, incluyendo Artà, Pla, Tramuntana Sud, Eivissa y Formentera, han experimentado descensos. Por otro lado, Migjorn y Tramuntana Nord han registrado aumentos, mientras que Menorca, Manacor-Felanitx y Palma-Alcúdia se han mantenido estables. A pesar de estas fluctuaciones, casi todo el territorio (98,4%) se encuentra en situación de prealerta, a excepción de Formentera, que se encuentra en situación de alerta.

En términos generales, la demarcación ha mostrado una leve mejora con un índice de 0,447, ligeramente superior al del año pasado (0,428) y apenas inferior al de hace dos años (0,452). No se han registrado cambios significativos en el escenario, con ocho unidades de demanda en prealerta y dos (Artà y Formentera) en normalidad.

En lo que respecta a las precipitaciones, octubre se considera un mes seco en Baleares, con un total de 40,9 l/m2, en comparación con la media histórica de 73,8 l/m2. Por islas, Mallorca registró 48,0 l/m2 (en contraste con los 77,6 l/m2 de la media histórica), Menorca alcanzó los 40,0 l/m2 (frente a los 69,7 l/m2 habituales), Eivissa solo llegó a 2,5 l/m2 (en contraste con los 58,2 l/m2 de la media histórica) y Formentera alcanzó los 3,0 l/m2 (en comparación con los 41,5 l/m2 de la media histórica).

Además, las temperaturas en octubre han sido excepcionalmente altas en las Islas Baleares, con una temperatura media de 21,1ºC y una anomalía de 2,2ºC. Este clima cálido puede tener un impacto en el consumo de agua y en la gestión de los recursos hídricos de las islas.