Palma, 2 Ene.

La Dirección General de Prestaciones, Farmacia y Consumo ha difundido una serie de recomendaciones dirigidas a las personas consumidoras durante el periodo de rebajas, con el objetivo de proporcionar información adicional en esta época de aumento significativo de la oferta.

En concreto, se aconseja a los consumidores que calculen previamente cuánto desean gastar, elaboren una lista y comparen precios y calidades.

Desde el área de Consumo del Govern, se insiste en que los productos rebajados deben mostrar tanto el precio original como el precio rebajado o el porcentaje de descuento correspondiente, además de encontrarse diferenciados del resto de artículos.

La normativa establece que los productos rebajados deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos un mes y su calidad no puede ser diferente a la que presentaban antes de ser rebajados.

Aunque en algunos comercios se establecen condiciones especiales para las compras en rebajas, como respecto a las devoluciones o el pago con tarjeta, Consumo advierte que dichas condiciones deben estar claramente indicadas y situadas en un lugar visible para los consumidores.

Además, se anima a los compradores a solicitar y conservar las facturas o los tickets de compra, ya que podrían resultar útiles en caso de necesitar realizar reclamaciones, cambios o devoluciones. En este sentido, se recomienda a los consumidores seleccionar establecimientos que estén adheridos al sistema arbitral de consumo, para que, en caso de desacuerdos, puedan resolver las controversias de manera sencilla y gratuita.

Por otro lado, se destaca que los comercios no están obligados a cambiar un producto que se encuentre en perfecto estado, aunque la mayoría de las empresas suelen hacerlo, ya sea ofreciendo una compensación económica o permitiendo el cambio por otro producto o un vale de compra.

En cuanto a las compras realizadas por internet, los consumidores cuentan con un periodo de 14 días para devolver el producto. El departamento de consumo recomienda que se guarde la publicidad del producto junto con todas sus características, instrucciones y catálogos comerciales, recordando que la publicidad tiene carácter vinculante y se puede exigir su cumplimiento.