El Ayuntamiento de Palma ha implementado medidas para frenar la proliferación del mosquito tigre en una extensa área del término municipal a través de fumigaciones aéreas. Esta acción se llevó a cabo luego de la detección de una alta presencia de larvas en terrenos inundados que abarcan entre 35 y 40 hectáreas.

Las zonas más afectadas, como Ses Fontanelles, Balsa Can Guidet, la acequia de Es Pil·larí y el Pla de Sant Jordi, fueron tratadas con un larvicida aplicado desde un helicóptero. Según el Consistorio, esta estrategia permitió ahorrar tiempo y evitar la eclosión de larvas al completar rápidamente el tratamiento en áreas de difícil acceso para humanos.

El servicio de control de plagas, a cargo de la empresa Lokímica, realiza un monitoreo constante de las zonas donde los mosquitos se reproducen. El objetivo es identificar larvas del mosquito tigre y controlar su población durante su fase larval, evitando su proliferación en épocas de mayor actividad como de abril a mayo.

Los tratamientos larvicidas, considerados más eficaces y seguros para el medio ambiente, se aplican en momentos clave del ciclo biológico del mosquito tigre. La directora general de Sanidad, Consumo, Mercados y Ferias del Ayuntamiento, María del Carmen Esparza, resaltó la importancia de usar medios aéreos para garantizar la seguridad del personal y abarcar grandes extensiones de terreno inundado.

Estas medidas buscan prevenir una proliferación incontrolada del mosquito tigre en semanas posteriores, protegiendo a la población de posibles enfermedades transmitidas por estos insectos. La intervención rápida y efectiva del Ayuntamiento pretende reducir considerablemente los riesgos para la salud pública en Palma.