PALMA, 7 Oct.
La Gendarmería francesa ha detenido en Marsella a una mujer sentenciada en 2018 por un Juzgado de Palma por el atropello mortal de un ciclista en Sineu mientras que conducía ebria.
La mujer fue sentenciada a un par de años y siete meses de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave. El hecho sucedió en el mes de septiembre de 2016 en Sineu, y el fallecido era un agente de la Policía Local de Palma que en el instante del incidente iba con su hijo individuo que aún no ha alcanzado la edad adulta.
El vehículo que conducía la mujer invadió el arcén y arrolló al ciclista. Las pruebas de alcoholemia practicadas a la mujer lanzaron desenlaces de 0,94 y 0,98 miligramos de alcohol por litro, prácticamente 4 ocasiones mucho más que el máximo tolerado.
Fuentes cercanas al desarrollo han informado de que la mujer fue detenida este jueves en su centro de trabajo en Marsella, como había adelantado el períodico 'Última Hora'.
Hace mucho más de un par de años que la mujer debía haber recogido en Palma el mandamiento de entrada en prisión pero hasta la actualidad seguía radicando y haciendo un trabajo en Marsella, más allá de que se emitió una orden europea de detención.
De hecho, fue un familiar de la víctima quien se desplazó a Marsella para, acompañada de un intérprete, hacer llegar a las autoridades locales la presencia de la orden europea.
Fuentes jurídicas han explicado que con los convenios de todo el mundo actuales es difícil hallar una extradición desde Francia para ejecuciones de sentencia que no estén similares con terrorismo. Por ello aguardan que las autoridades francesas pidan mucho más información a España y hagan que la mujer cumpla la pena de prisión en Francia.
En su turno de última palabra en el juicio la mujer solicitó perdón a los familiares y, llorando, mencionó que recordaba el incidente "todos y cada uno de los días". El letrado de los familiares de la víctima, Diego Wencelblat, se mostró escéptico frente este supuesto arrepentimiento, remarcando que la familia no había recibido ninguna carta o llamada pidiendo perdón y que la acusada había intentado "confundir a la Policía" sobre quién conducía el vehículo.