Familiares y allegados de la víctima se han concentrado en frente de la Audiencia demandando "la condena mucho más fuerte"

PALMA, 17 Oct.

El hombre acusado de matar en Palma a su exmujer y prima al golpearle la cabeza con una piedra y ocultar el cuerpo en un torrente para no ser descubierto ha reconocido los hechos frente al Tribunal. "Le quité la ropa y la tiré, no sabía lo que hacía".

La Audiencia Provincial de Baleares ha acogido este lunes el juicio con jurado habitual contra el varón, acusado de un delito de asesinato. Durante su declaración, el procesado ha contado que, ese día, estuvo tomando cervezas "toda la tarde" y al llegar a casa consumió cocaína, "unos 2 o tres gramos".

Posteriormente quedó con su exmujer, bajo el motivo de charlar de los 4 hijos que tenían en común, en el momento en que se inició una discusión. El hombre ha aceptado que la hirió, que le clavó un destornillador y que la metió después en el maletero al meditar que se encontraba fallecida. "Pensaba que había fallecido, en ese instante mi cabeza se encontraba como se encontraba y entre el alcohol y las drogas no pensé nada", dijo.

El hecho ocurrió el pasado 3 de noviembre de 2020, sobre las 20.45 horas, en el momento en que el varón quedó con la víctima para recogerla en la casa de sus progenitores, donde ella radicaba.

Una vez llegaron a un aparcamiento ubicado en el Polígono de Son Rossinyol, y estando en el vehículo, comenzó a golpearla reiteradamente por múltiples unas partes del cuerpo, llegando a clavarle un destornillador, y más tarde la ingresó en el maletero. Además, tiró el móvil en el sitio antes de abandonarlo para complicar la ubicación.

A continuación, se dirigió con el vehículo al Camí de Ca Na Verda, logrando la víctima escapar del guardamaletas. En ese instante, el hombre perdió el control y chocó contra unos bloques de cemento, momento que la mujer aprovechó para huír.

Sin embargo, el sujeto la alcanzó, la arrastró y la empujó contra una pared, golpeándole al final la cabeza con una piedra hasta ocasionarle la desaparición.

Para eludir ser descubierto, el acusado desnudó a la víctima, dejándole únicamente puesto el sujetador, y tiró su cuerpo a la región del torrente, realizando lo mismo con su documentación y efectos personales. "Se encontraba asustado y nerviosísimo, recuerdo que le quité la ropa y la tiré, no sabía lo que hacía", ha reiterado.

Además, ocultó su chaqueta "pues se encontraba manchada de sangre" en un cuadro de contadores que halló abierto y, en el momento en que llegó a su casa, contó a sus familiares lo ocurrido, llamó a la Policía y se entregó.

La Fiscalía y la acusación de la Comunidad demandan una condena de 25 años de prisión para el hombre por un delito de asesinato con agravante de género, al tiempo que la acusación especial --en representación de los familiares de la mujer-- eleva esta petición a 31 años.

Asimismo, el Ministerio Público solicita una indemnización de cien.000 euros para todos los hijos y de 50.000 para los progenitores de la fallecida.

Una decena de familiares y allegados de la víctima se han concentrado este lunes con pancartas en oposición al edificio de la Audiencia y pidieron que se imponga al acusado "la condena mucho más fuerte a fin de que no logre ver la luz de la calle".

"Que padezca bastante, hizo bastante daño a la familia", ha asegurado una de la gente próximas a la fallecida.

Asimismo, los mucho más allegados han afirmado que ignoraban que se encontraba tolerando pésimos tratos. "Entonces nos hemos ido enterando de todo, del mal que hacía", han lamentado.

"Te detestamos, si nos ves por la televisión, mátate", han sentenciado frente a los medios.