En un esfuerzo por combatir los vertidos ilegales de residuos de obra en Mallorca, el Consell de Mallorca ha anunciado que incrementará la vigilancia y el control, con la colaboración del Govern, los ayuntamientos locales y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.

El objetivo es asegurar que las empresas del sector cumplan con las regulaciones y normativas establecidas para la gestión de los desperdicios de construcción y prevenir la proliferación de vertidos ilegales.

Como titular del servicio público de gestión de los residuos de construcción y demolición, el Consell opera a través de la empresa concesionaria Mac Insular.

La lucha contra los vertidos ilegales se llevará a cabo en colaboración con otras entidades como el Govern, los ayuntamientos locales y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).

El Consell ha elogiado el trabajo del Seprona, que recientemente localizó e inspeccionó varios sitios donde se habían realizado vertidos ilegales, gracias a la información proporcionada por la institución insular.

Según la Guardia Civil, el problema de los vertidos ilegales está en aumento, lo que lleva al presidente del Consell, Llorenç Galmés, a destacar que estas prácticas no solo distorsionan el mercado, sino que también representan una amenaza para el medio ambiente y la salud pública.

Galmés también señaló que constituyen un caso de competencia desleal, ya que afectan negativamente a los ciudadanos y empresas que cumplen con la legalidad al distorsionar las tarifas.

Por su parte, el vicepresidente segundo del Consell y conseller insular de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, aseguró que continuarán luchando con todas las medidas posibles para evitar los vertidos ilegales y proteger el medio ambiente y la legalidad.

En conclusión, desde el Consell se enfatiza el compromiso inquebrantable con la defensa del medio ambiente y la legalidad, rechazando que las acciones irresponsables de unos pocos afecten a la población en general.