PALMA, 26 de octubre.
El Consell de Mallorca ha dado luz verde a un ambicioso plan de seguridad que incluye la instalación de 64 cámaras de control y 20 sonómetros en las carreteras de la Serra de Tramuntana, con el objetivo de erradicar las carreras ilegales y el exceso de ruido en la zona. Este proyecto busca hacer frente a una problemática que ha sido motivo de queja por parte de los municipios locales y promete una mayor vigilancia en toda la isla.
Bajo la dirección del presidente de la institución insular, Llorenç Galmés, el Consell destinará 1,2 millones de euros para la adquisición y montaje de un total de 210 cámaras, que abarcarán otras áreas además de la Tramuntana. La iniciativa pretende involucrar a 32 zonas vigiladas en esta primera fase y tiene como objetivo que el sistema esté funcionando en su totalidad para el final de 2026.
Es importante señalar que la implementación de este sistema de control había requerido previamente la homologación de las cámaras por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), pues sin dicha validación, no habrían sido válidas para aplicar sanciones. Una vez activas y operativas, las imágenes recogidas serán compartidas con la DGT, que es la autoridad competente en materia sancionadora.
Desde el Consell, se argumenta que este proyecto no solo se enmarca dentro de un esfuerzo por combatir el tráfico imprudente, sino que también es un paso fundamental para incrementar la seguridad de los ciudadanos y entender mejor el flujo real de vehículos en las carreteras de la isla.
Con esta nueva iniciativa, se duplicarán los puntos de control en Mallorca, añadiendo 52 nuevos a los 53 ya existentes. Todas las cámaras antiguas que hasta ahora solo cumplían la función de contar vehículos serán actualizadas, y cada punto contará con dispositivos que no solo vigilarán el tráfico, sino que también registrarán la velocidad de los automóviles. La tecnología de estos nuevos dispositivos permitirá distinguir entre diferentes tipos de vehículos e incluso reconocer bicicletas.
Inicialmente, este proyecto se concibió con la instalación de aproximadamente 30 cámaras en la Serra de Tramuntana. No obstante, debido a las demandas del Govern balear, la Guardia Civil y diferentes ayuntamientos, el número se ha ampliado considerablemente.
Más allá de las preocupaciones específicas de la Serra, el plan aborda otras inquietudes planteadas por el Consell. Entre ellas, el deseo de proporcionar una mayor tranquilidad a los residentes, optimizar la red de carreteras y facilitar información tanto a los usuarios como a los cuerpos de seguridad del Estado.
Finalmente, se espera que el nuevo sistema permita realizar mediciones más precisas sobre la cantidad de vehículos que utilizan las carreteras de la isla, lo que facilitará la identificación de puntos críticos y permitirá llevar a cabo estudios para mejorar la circulación en las áreas más problemáticas.
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