El Gobierno del Estado se ha comprometido a tramitar la declaración del mar balear como Zona Marina Especialmente Sensible (ZMES), tal y como aprobó el Consell de Govern en enero de 2022.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y por el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se reunió con los consellers de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, y de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez, para comunicarles este compromiso.
El Estado también reclamará que la futura ZMES del Noroeste del Mediterráneo, que están impulsando los gobiernos de España, Francia, Mónaco e Italia, incluya el mar balear.
La consellera Sánchez se ha mostrado “muy satisfecha” y ha agradecido a la ministra Ribera su “actitud y compromiso” de aceptar la propuesta de las Islas.
El conseller Mir ha destacado que “se ha conseguido un paso importante en el sentido de que el Govern podrá participar en la elaboración de las propuestas que darán contenido en el seno de un grupo de trabajo bilateral”.
La ZMES es una figura internacional que debe aprobar la Organización Marítima Internacional (OMI), organismo especializado de Naciones Unidas y que incluye medidas para evitar, disminuir y controlar la contaminación marina con fuente de emisión en los buques.
El mar Mediterráneo representa una de las rutas marítimas más transitadas del mundo y es la puerta de entrada entre Europa y Asia a través del canal de Suez. Por consiguiente, las aguas que rodean al archipiélago balear se encuentran en un nodo muy importante de transporte marítimo internacional que puede tener impactos desfavorables para el medio marino y costero y la salud humana.
En este marco, la iniciativa acordada por el Gobierno plantea la necesidad de controlar la contaminación marina y otros efectos de la navegación marítima y estudiar medidas de especial protección en el entorno de las aguas de Baleares.
Una Zona Marina Especialmente Sensible, según la resolución adoptada en el año 2005 por la OML, es aquella que debe ser objeto de protección especial, de acuerdo con las medidas que adopte este organismo de las Naciones Unidas, en atención a su importancia por las características ecológicas, socioeconómicas o científicas reconocidas, si estas características pueden sufrir daños como consecuencia de las actividades marítimas internacionales.