El exrector de Can Picafort enfrenta solicitud de diez años de prisión por otro caso de abusos sexuales.

El exrector de Can Picafort enfrenta solicitud de diez años de prisión por otro caso de abusos sexuales.

La Fiscalía ha presentado una petición para condenar al exrector de Can Picafort, Pere Barceló, a diez años de cárcel por un segundo caso de abusos sexuales a una menor de 13 años. Este caso ocurrió entre los años 2007 y 2008 en la parroquia de la Asunción de María. Barceló ya fue condenado en 2016 por otro caso de abusos sexuales y salió de prisión en agosto pasado. Fue apartado del sacerdocio en 2011. La Audiencia Provincial aún no ha fijado la fecha para este nuevo juicio.

Según la Fiscalía, el hombre habría abusado sexualmente de una menor que en ese entonces tenía entre seis y siete años de edad. El Ministerio Público argumenta que Barceló se aprovechó de su condición de sacerdote para estar a solas con la menor sin la presencia de sus padres. El fiscal acusa al hombre de haber sentado a la menor en sus piernas y someterla a tocamientos.

Además de la petición de diez años de cárcel, la Fiscalía solicita una orden de alejamiento e incomunicación en favor de la víctima por 20 años, así como una indemnización de 40.000 euros por las secuelas psicológicas. El diario "Diario de Mallorca" ha adelantado que los antecedentes del acusado no se tendrán en cuenta en cuanto a reincidencia, ya que se trata de hechos anteriores a su condena en 2016.

En 2016, Barceló fue condenado a seis años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual. Confesó haber abusado sexualmente y de forma reiterada, entre 1997 y 1998, de una monaguilla de diez años de edad. El sacerdote había sido destinado en 1996 como párroco de la Iglesia de l'Assumpció de Maria. En el primer juicio, admitió que entabló una relación con la víctima cuando esta asistía regularmente a la catequesis y se desempeñaba como monaguilla junto a otros niños.

La joven relató su experiencia durante el juicio y recordó cómo fue violada en más de diez ocasiones en 1998. El acusado fue sorprendido abusando de la menor en el sofá de la parroquia en el verano de 1997, pero no fue denunciado. A principios de 1998, llevó nuevamente a la monaguilla a su habitación, donde fue violada en diez ocasiones.

No fue hasta noviembre de 2012 que la joven, ya adulta, denunció los hechos a la Guardia Civil de Santa Margalida. Durante el juicio, el acusado manifestó estar "totalmente arrepentido" y aceptó una pena de seis años de cárcel, en contraste con los 42 años que inicialmente solicitaba la Fiscalía. En marzo de 2011, el Obispado de Mallorca suspendió cautelarmente a Barceló tras conocer el caso. Previo al juicio, la Iglesia indemnizó a la víctima y llevó a cabo un procedimiento canónico que resultó en la máxima pena canónica: la expulsión del estado clerical.

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Islas Baleares