En un ambicioso proyecto, la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales está trabajando en la creación de una tarjeta que funcionará como un historial único de servicios sociales, similar a la tarjeta sanitaria en el sistema de salud. Se espera que esta medida se implemente antes de finales de 2025.

La inversión inicial de seis millones de euros necesarios para llevar a cabo este proyecto será financiada con fondos Next Generation, según ha explicado la consellera Catalina Cirer en una rueda de prensa. El Decreto Ley de Simplificación Administrativa aprobado por el Govern regula la creación de este historial único, un paso necesario para la implementación de la tarjeta antes de que termine 2025 y así poder acceder a la financiación europea.

Esta tarjeta permitirá a los profesionales de los servicios sociales de diversas administraciones acceder de forma rápida a los recursos y prestaciones disponibles para cada ciudadano, simplificando los procesos burocráticos. Cirer ha ejemplificado que con la tarjeta, se podrá conocer instantáneamente las prestaciones que tiene un individuo al acudir a la Conselleria, al IMAS o al ayuntamiento, como si ya cuenta con una Renta Social Garantizada o ayudas de alquiler o alimentos.

Por otro lado, el reciente decreto también incluye un nuevo complemento retributivo para las plazas de difícil cobertura en las residencias que gestiona la Fundación de Atención y Apoyo a la Dependencia en Ibiza.

La cuantía de este complemento será determinada por el Consell de Govern, muy probablemente durante este mes de junio. El objetivo es hacer más atractivas estas posiciones laborales para garantizar estabilidad en los equipos, dado el reto de encontrar trabajadores debido a los altos costos de vida en las Pitiusas. Además, las mejores condiciones laborales en el sector sanitario provocan que profesionales como médicos y enfermeras de las residencias opten por trabajar en hospitales.

En respuesta a la falta de personal, Cirer ha revelado que la Fundación actualmente está manejando esta situación mediante una bolsa de horas extraordinarias, especialmente en fines de semana donde la plantilla ha llegado a tener carencias de hasta un 20 o 30 por ciento.