El Parlamento Europeo ha aprobado un nuevo reglamento de la Unión Europea que busca proteger la artesanía mediante indicaciones geográficas, similar a la protección que se brinda a los vinos y alimentos. Esta medida supone una oportunidad para proteger productos característicos de Mallorca, como las 'llengües', los 'siurells', las 'sabates porqueres' o las cestas de 'llatra', frente a imitaciones y falsificaciones, y para promover la supervivencia de los artesanos en sus respectivos sectores.
El pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde a este acuerdo entre instituciones que establece un marco de indicaciones geográficas para proteger aquellos productos artesanales o industriales que, debido a su singularidad tanto en origen como en producción, deben ser protegidos como una marca en la Unión Europea y en acuerdos comerciales con terceros países.
Pere Ferrer, director insular de Artesanía del Consell de Mallorca, aplaude esta norma ya que brinda la oportunidad de proteger efectivamente productos representativos de Mallorca, que actualmente se encuentran en desventaja en un sistema que permite copias y ventas desleales.
El reglamento garantizará la protección de productos reconocidos en cada territorio tanto en la Unión Europea como a nivel global, al unificar las reglas nacionales sobre registros, control y aplicación de las indicaciones geográficas.
Ferrer destaca que actualmente los compradores no tienen elementos para identificar si un producto es realmente artesanal y elaborado en Mallorca, y esta norma permitirá ofrecer esa garantía para distinguir los productos genuinos de los que no lo son.
El director insular pone como ejemplo las 'llengües', que tienen altas dificultades de producción y costos elevados, mientras que las variantes estampadas pueden ser mucho más económicas. Con esta nueva norma, los productos podrán ser identificados claramente como artesanales desde el principio.
Según la Comisión Europea, el nuevo marco de protección abarcará aproximadamente 200 productos de España, convirtiéndolo en el país más beneficiado. Para obtener la protección europea, el producto deberá cumplir con tres criterios específicos: ser originario de un lugar o región específicos, tener una calidad, reputación o características singulares de su origen geográfico, y que al menos uno de los pasos de producción se realice en la zona geográfica definida.
Hasta ahora, 16 estados miembros de la Unión Europea, incluida España, cuentan con sistemas nacionales de indicación geográfica para este tipo de productos, pero su protección no es efectiva fuera de las fronteras nacionales debido a la falta de un marco comunitario.
Además de la normativa europea, el Consell de Mallorca está trabajando en la creación de una marca propia de Artesanía de Mallorca, que se convertirá en un sello distintivo para diferenciar a los artesanos de la isla. Este proceso ya está en marcha y se espera que la marca esté registrada en un plazo de 12 a 18 meses.
El objetivo es diferenciar a los artesanos locales que elaboran productos hechos a mano, y el Consell de Mallorca brindará apoyo administrativo, jurídico y político al sector artesanal.
En cuanto al estado de la artesanía en Mallorca, el director insular destaca la diferencia entre la artesanía tradicional y la de vanguardia. Mientras que la primera se enfrenta a desafíos generacionales, la segunda, en sectores como la joyería y la moda, está en un buen momento.
En la actualidad, Mallorca cuenta con alrededor de 1.000 cartas de artesanía que distinguen entre artesanos, maestros artesanos y empresas que producen artesanías.