Hombre podría enfrentar 19 años de prisión por violencia de género contra su expareja.
La Audiencia Provincial de Baleares será la sede de la vista previa al juicio contra un acusado de pegar, amenazar y violar a su expareja, todo esto infringiendo la orden de alejamiento que tenía sobre él. La Fiscalía solicita una pena de 19 años de cárcel para el agresor.
Según la denuncia de la Fiscalía, el acusado mantuvo una relación sentimental con la víctima durante tres años, viviendo juntos en una casa en Manacor junto a sus hijos. La agresión tuvo lugar el 30 de enero de 2022, cuando el hombre atacó a su expareja en presencia del hijo de ella, causa por la que fue condenado.
Tras la sentencia, la víctima cortó definitivamente su relación con el agresor y se mudó a otro domicilio. Sin embargo, entre febrero y septiembre de 2022, el acusado culminó la orden de alejamiento que pesaba sobre él y se presentó varias veces por semana en el piso de la perjudicada, llamándola y enviándole textos constantemente.
Incluso, durante las discusiones mantenidas en la casa, el acusado amenazaba con difundir un vídeo íntimo que tenía en su móvil de ambos manteniendo relaciones sexuales a través de redes sociales.
Finalmente, el 23 de agosto de 2022, el acusado ingresó a la fuerza en la casa de la víctima durante la madrugada, agrediéndola nuevamente acompañado de su hijo menor. El hombre la arrastró por los cabellos al baño, donde abusó sexualmente de ella a plena vista de la tía y los hijos menores de edad de la denunciante.
La Fiscalía considera que los hechos denunciados constituyen delitos de violencia habitual, quebrantamiento de alejamiento, amenazas, lesiones familiares y violación, y ha solicitado una sentencia que incluya 19 años de cárcel, una prohibición de comunicación de casi cuatro décadas, libertad vigilada por diez años, 20 años de inhabilitación profesional para profesiones que requieran contacto con menores y cinco años de privación de la patria potestad.
La Fiscalía también ha solicitado la expulsión del acusado del territorio español después de cumplir dos tercios de su condena, siempre y cuando su sentencia incluya prisión, libertad condicional o tercer grado. Además de indemnizar a su víctima por las lesiones y el daño moral.