En una sesión en la Audiencia Provincial este lunes, un hombre ha negado las acusaciones de abuso sexual hacia una amiga menor de edad de su hija durante unas vacaciones en Mallorca en mayo del año pasado. La Fiscalía está pidiendo una condena de 15 años de prisión para él.

El acusado, de nacionalidad chilena pero residente en Suiza, viajó a Mallorca con su hija y una amiga de esta última. Según su versión de los hechos, fue su propia hija quien solicitó que la amiga pudiera unirse a ellos en las vacaciones.

La crónica indica que se hospedaron en una residencia de amigos en la Part Forana, donde los tres compartían una habitación. Sin embargo, el hombre ha asegurado en el juicio que no compartían la misma cama, sino que él dormía en un sofá-cama. Incluso alegó que firmó un documento sin leerlo por completo, siguiendo la indicación de su abogado.

El relato de la Fiscalía sostiene que la presunta víctima consumió alcohol después de haber tomado alguna medicación, lo que la llevó a caer en un profundo sueño. Es en ese estado que se habría producido la agresión sexual por parte del acusado.

El hombre ha admitido haber comprado vodka y una bebida energética junto a las menores, pero ha negado que fueran para ellas. Según su testimonio, adquirió el alcohol a petición del padre de la chica, mientras que fue la menor quien empezó a beber por su cuenta dentro de la vivienda. También ha argumentado que desconocía que la joven estuviera bajo medicación en ese momento.

En su defensa, el acusado afirma que la chica se habría golpeado la cabeza y que cuando él fue a verificar su estado, ella intentó besarlo en el cuello. Alega que solo la empujó para apartarla, limitando la supuesta "agresión" a ese incidente.

El procesado también ha negado haber hecho comentarios con connotaciones inapropiadas hacia la menor, sugiriendo que una expresión en alemán que utilizó podría haber sido malinterpretada. Además, ha mencionado que la joven tenía problemas desde Suiza y se comportaba de manera inapropiada con contenido sexual.

La grabación del testimonio de la presunta víctima se llevó a cabo en privado. Además de la sentencia solicitada, la fiscalía exige una orden de alejamiento, la prohibición de trabajar con menores durante 20 años y una compensación económica de 25.000 euros.