Crónica Baleares.

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Joven holandés acusado de homicidio es absuelto por falta de pruebas.

Joven holandés acusado de homicidio es absuelto por falta de pruebas.

Un Tribunal de su país ha revocado la condena por considerar que no hay pruebas suficientes que demuestren su culpabilidad

PALMA, 15 Mar.

Un Tribunal de apelación de Leeuwarden (Países Bajos) ha absuelto al principal acusado por la muerte de un joven holandés en S'Arenal (Mallorca) en 2021, por falta de pruebas.

Así ha informado el poder judicial holandés tras el fallo, hecho público este jueves. El incidente tuvo lugar la madrugada del 14 de julio de 2021 en el Arenal. Carlo H., de 27 años, recibió varias patadas en la cabeza, entró en coma y murió cuatro días después en el Hospital Son Espases.

La sentencia, consultada por Europa Press, anula la condena de siete años de cárcel por homicidio impuesta a Sanil B., de 20 años, apreciando "inconsistencias" en la prueba de cargo.

La resolución considera que las declaraciones incriminatorias del testigo que señalaba a Sanil B. como autor del golpe mortal "no están respaldadas por otras declaraciones de testigos", además de advertir "limitaciones en el interrogatorio español".

Otro de los principales indicios en su contra fue el hallazgo de ADN de la víctima en el zapato de Sanil B. Sin embargo, para el Tribunal, este hecho "no es automáticamente" una prueba de su autoría, porque no se ha podido determinar "cómo acabó el ADN de C.H. en el zapato del sospechoso", aceptando que son posibles otros escenarios que conducirían a ese mismo resultado.

De hecho, la muestra de ADN, en la parte exterior del zapato izquierdo del sospechoso, incluía un perfil mixto de al menos tres personas, con una concentración muy baja y desconociendo la naturaleza del material (sangre, saliva o epitelio de la piel).

Por todo ello, el Tribunal solamente admite que existen pruebas "de la participación del sospechoso en violencia contra C.H.", pero son "insuficientes para ir más allá de la duda razonable", sin poder acreditar que es el responsable del ataque mortal. Así, lo absuelve de la condena de siete años de cárcel impuesta por homicidio, como había informado también 'Diario de Mallorca'.

Con todo, mantiene para él las condenas por otros delitos, que suman dos años y ocho meses de prisión. El Tribunal también juzgó otros altercados en locales de ocio como intentos de homicidio, así como diversos actos de violencia.

El relato de hechos probados aceptado por el Tribunal de Leeuwarden establece que, la noche del 13 al 14 de julio de 2021, el sospechoso y sus amigos estaban en un local de ocio cuando comenzó una discusión por una silla.

Los implicados salieron fuera, se desafiaron entre sí y enviaron mensajes de texto a otras personas para que acudieran al lugar. En la pelea, C.H. cayó al suelo varias veces y recibió patadas desde varios lados.

En una nota de prensa, el Tribunal se muestra consciente de la decepción que implicará para los familiares que no se haya podido determinar "quién es penalmente resposnable de la muerte de Carlo". La sentencia sí concede indemnizaciones por daños y perjuicios para los familiares de Carlo H. y otras víctimas. El monto total supera los 330.000 euros.

El comunicado recoge los reproches de la Fiscalía holandesa hacia los sospechosos por el hermetismo con el que evitaron responder "a la pregunta de qué pasó" con Carlo. En los medios holandeses y durante el juicio se habló de lo que bautozaron como "el secreto de Mallorca", sospechando que los implicados "sabrían más sobre la muerte de Carlo de lo que dicen".

Además de S.B., otros dos sospechosos fueron juzgados como posibles autores del homicidio. Todos admitieron haber participado en otras peleas aquella noche, pero ninguno reconoció haber pateado al fallecido ni dijo saber nada al respecto. Los investigadores disponían de vídeos en los que se ven diversas peleas previas, pero el golpe fatal no fue grabado.

Dentro de esta pieza se juzgó a ocho personas, y sólo una de ellas fue totalmente absuelta. Otros dos acusados fueron condenados a dos años y medio de cárcel por otros actos de violencia en zonas de ocio de la Isla; y otros procesados fueron sentenciados a servicios comunitarios y penas de prisión de un año a dos años y medio.