Una presunta estafa inmobiliaria ha sacudido Palma, con una mujer acusada de defraudar a múltiples víctimas en Son Gotleu. En su declaración, la acusada ha admitido haber abandonado la isla con su familia debido a deudas contraídas con prestamistas usureros, alegando que su vida y la de sus hijos corría peligro.

La acusada ha pedido disculpas en el juicio de la Audiencia Provincial, argumentando que el dinero defraudado fue destinado a pagar a prestamistas que amenazaban con hacer daño a su familia. Aseguró que su intención nunca fue estafar, sino que se vio obligada a actuar de esa manera debido a las amenazas recibidas.

El juicio, que comenzó el 17 de junio, ha revelado que la acusada, una mujer de 41 años, era conocida en barrios obreros por obtener hipotecas para personas con pocos recursos. Las acusaciones la señalan como la líder de un grupo que incluye a su esposo (51) y su hija (23).

En su declaración, la acusada sólo respondió a su propio abogado y al abogado de su hija, eximiendo a esta última de toda responsabilidad. Por su parte, el padre tampoco habló con su defensor, pero sí con el abogado de su hija, coincidiendo en exculpar a la joven y admitiendo falta de cuidado por parte de la familia.

La fiscalía solicita ocho años de prisión y una multa de 8.760 euros para cada miembro de la familia por un delito de estafa agravada. Por otro lado, una acusación particular pide seis años de cárcel para un cuarto acusado de origen marroquí, presunto intermediario en la operación criminal.