El exjuez Manuel Penalva ha explicado las razones detrás de la prisión provisional de dos individuos involucrados en el caso ORA: el empresario Antonio Roig y el funcionario Miguel Ángel Femenía. Según Penalva, los indicios de culpabilidad que rodean a ambas personas en la adjudicación del concurso eran abrumadores.
El juicio contra los investigadores del caso Cursach se ha reanudado en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), durante el cual Penalva ha respondido a preguntas de las acusaciones y de su defensa. El exjuez ha reiterado que las detenciones de una docena de funcionarios tenían lugar en el ámbito policial y que eran "necesarias" para que los arrestados no se comunicaran entre sí.
Según Penalva, la mesa de contratación ocultaba actas, el CIF de Roig no se podía presentar al concurso porque tenía deudas con el Ayuntamiento, y las actas de la Junta de Gobierno no eran exactamente transparentes. Una testigo, incluso, dijo que nunca había visto nada tan irregular en 20 años de carrera.
Penalva ha justificado la prisión para Roig y Femenía en que había un riesgo de ocultación, manipulación o destrucción de pruebas, además de los indicios de culpabilidad. El exjuez ha reiterado que no se presionó a testigos y que no se ofreció a detenidos pasar de imputado a testigo en función de lo declarado. Además, según Penalva, la prisión estaba justificada y podría haberse prolongado si hubiéramos investigado más. Gijón, Roig y Femenia formaban un triángulo sospechoso.