En una comparecencia parlamentaria este miércoles, el conseller de Empresa, Empleo y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro, reveló que un barrido electrónico realizado por una empresa de detectives en la Conselleria no encontró micrófonos, pero sí encontró "indicios" de que podrían haber sido colocados en el pasado, aunque no entró en detalles específicos.
Según el conseller, "las conclusiones del informe han sido claras. Tras llevar a cabo el barrido electrónico no se detectaron elementos de grabación, cierto. Ahora bien, sí se detectaron indicios de que con anterioridad podrían haber existido dichos elementos", destacando la importancia de la confidencialidad en la Conselleria debido a la sensibilidad de los temas tratados.
Los partidos de izquierda han interrogado al conseller sobre el origen de la recomendación de realizar el barrido y sobre sus sospechas de posibles actividades de espionaje. Sin embargo, en su segunda intervención, el conseller se limitó a reiterar los puntos de su declaración inicial, enfatizando que se contrató a una empresa respetada y cumpliendo con la normativa de seguridad privada.
Los diputados de MÉS y el PSIB expresaron su malestar por la falta de respuestas durante la comisión y por la falta de documentación entregada por el Govern solicitada a través del Parlament. El diputado socialista comparó la situación con una trama de un cómic de Mortadelo y Filemón, insinuando que sin explicaciones adecuadas, esto podría convertirse en una farsa.
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