 
                                        El Ball dels Cossiers es una de las danzas populares más antiguas de Mallorca. Esta danza es una especie de obra teatral que mezcla música, danza y teatro y es representada por seis hombres, cinco de los cuales portan un traje tradicional mallorquín y uno representa al diablo.
La historia del Ball dels Cossiers se remonta al siglo XVIII, cuando se produjo una gran expansión del culto a San Antonio Abad, el patrón de los animales. Durante esta época, se produjo una gran cantidad de danzas y procesiones en su honor.
A mediados del siglo XVIII, surgieron en Mallorca las primeras representaciones del Ball dels Cossiers. Estas representaciones eran una especie de combate entre el bien y el mal, en las que los cossiers (los hombres vestidos con los trajes tradicionales) luchaban contra el diablo, que trataba de tentarlos.
Hoy en día, el Ball dels Cossiers es una de las danzas populares más populares de Mallorca. La danza se representa en numerosas festividades y procesiones en toda la isla, y es muy apreciada por los ciudadanos y visitantes.
El traje que se utiliza en el Ball dels Cossiers es muy representativo y se ha convertido en uno de los emblemas de la isla. El traje se compone de una chaqueta corta de terciopelo con mangas abombadas y adornos de encaje, pantalones con borlas, camisa blanca, faja y zapatos de cordones. El cossier que representa al diablo lleva un traje negro con cuernos y una cola.
El Ball dels Cossiers tiene un significado simbólico muy profundo. La lucha entre el bien y el mal representa la lucha que todos los seres humanos tienen que librar en su interior. Además, la danza es un homenaje a la tradición y la cultura mallorquina.
En el Ball dels Cossiers también se pueden encontrar elementos religiosos, como el canto de salmos y el toque de campanas. Estos elementos se han mantenido a lo largo del tiempo y siguen siendo una parte importante de la danza.
El Ball dels Cossiers ha sido declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Esta distinción reconoce la importancia de esta danza en la cultura mallorquina y su valor simbólico y espiritual.
La tradición del Ball dels Cossiers se ha mantenido a lo largo del tiempo gracias al esfuerzo de los grupos folklóricos y la implicación de la sociedad mallorquina. La danza sigue siendo una de las principales atracciones de las festividades en Mallorca, y sigue emocionando al público amante de la cultura y la tradición.