La presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares es un tema de gran relevancia en la historia de este archipiélago mediterráneo. A lo largo de los siglos, la Corona de Aragón tuvo un papel fundamental en la configuración política, social y cultural de las islas, dejando una profunda huella que perdura hasta nuestros días.
La presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares se remonta al siglo XIII, cuando el rey Jaume I de Aragón, también conocido como Jaume I el Conquistador, llevó a cabo la conquista de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Esta conquista supuso un importante hito en la historia de la Corona de Aragón, ya que amplió sus dominios en el Mediterráneo y fortaleció su posición como potencia marítima en la región.
Una vez conquistadas las Islas Baleares, la Corona de Aragón estableció un sistema de gobierno que perduraría durante siglos. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera pasaron a formar parte de la Corona de Aragón como territorios autónomos, con sus propias instituciones y leyes. Mallorca, en particular, se convirtió en un importante centro político y económico, siendo la sede de la corte real y el lugar de residencia de los monarcas aragoneses.
La presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares tuvo un profundo impacto en la cultura de las islas. La lengua catalana, que era la lengua oficial de la Corona de Aragón, se implantó en las Baleares y se convirtió en la lengua literaria y administrativa de la región. Además, la arquitectura gótica, propia de la Corona de Aragón, se difundió por las islas, dejando un legado arquitectónico de gran valor.
La presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares también tuvo un impacto en el arte y la música de la región. Durante esta época, se construyeron numerosas iglesias y palacios en estilo gótico, que aún se pueden admirar en la actualidad. Además, se desarrollaron formas musicales propias, como el canto llano, que se mantenían vivas en la tradición musical local.
A partir del siglo XVI, la presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares comenzó a debilitarse. La pérdida de importancia política de la Corona de Aragón y la presencia creciente de potencias extranjeras en el Mediterráneo hicieron que las islas perdieran su posición estratégica. En el siglo XVIII, las Islas Baleares pasaron a formar parte de la Corona de España, perdiendo su autonomía política.
A pesar de la decadencia de la presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares, su legado perdura en la actualidad. La lengua catalana sigue siendo una parte fundamental de la identidad de las islas, y la arquitectura gótica de la época de la Corona de Aragón sigue siendo un elemento distintivo de su patrimonio cultural. La presencia de la Corona de Aragón en las Islas Baleares dejó una huella imborrable en la historia y la cultura de la región.