La Asociación para la Revitalización de los Centros Históricos (ARCA) ha alzado la voz contra lo que consideran una acción legalmente cuestionable: la demolición total del emblemático edificio situado en la calle 31 de Diciembre de Palma, diseñado por el reconocido arquitecto Gaspar Bennazar. La agrupación ha instado al Consell de Mallorca a detener inmediatamente estas obras.

El pronunciamiento de ARCA surge luego de que se colocaran vallas alrededor del edificio y se iniciaran las labores de demolición en su interior. En comunicado oficial, la asociación expresa su inquietud respecto a la legitimidad de este proceso, citando un informe técnico del departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca que sugiere que la demolición no es ni legal ni apropiada.

De acuerdo con los conservacionistas, el informe destaca la necesidad de proteger tanto la fachada del edificio como el tejado, subrayando su significativo valor histórico y arquitectónico. Este inmueble, que forma parte del Ensanche de Palma, representa la esencia de la arquitectura de la época, funcionando como un componente esencial del tejido urbano local.

El documento señala que la construcción contribuye a la ambientación y faz del Ensanche, gracias a sus proporciones y a la relación con el espacio que lo rodea, proporcionando una sensación de apertura y conexión con el cielo característicos del diseño original.

ARCA también hace hincapié en la importancia de preservar ciertos elementos interiores, como los suelos hidráulicos y las carpinterías más relevantes, los cuales añaden valor histórico al edificio. En contraste, han notado que otras edificaciones adyacentes ya han sido sustituidas a lo largo de años de desarrollo urbano intenso, cambiando drásticamente el paisaje original.

Frente a esta situación, la asociación ha criticado la decisión del Ayuntamiento de Palma de permitir la demolición total del edificio, que incluye la construcción de una nueva fachada que pretende replicar la original de Bennazar. Según ARCA, esta decisión no se ajusta a las directrices establecidas en el informe del Consell.

Pese a la controversia, ARCA no se detiene en su denuncia. Han enviado un requerimiento al departamento insular de Patrimonio, haciendo hincapié en las inconsistencias entre la decisión de demolición y las recomendaciones técnicas, demandando una intervención urgente para salvaguardar la autenticidad del entorno del Ensanche.

Además, han solicitado al Consell de Mallorca que, en ejercicio de su responsabilidad en la protección del patrimonio histórico, requiera todos los documentos relacionados con la intervención urbanística y paralice la demolición. ARCA ha enfatizado en la necesidad de recordar a las autoridades locales, a los arquitectos y constructores su deber de cumplir con las recomendaciones del informe técnico, bajo las advertencias legales pertinentes.

Si no se producen cambios inmediatos en este contexto, la asociación ha amenazado con llevar el caso ante la justicia, buscando así salvaguardar lo que consideran un patrimonio cultural invaluable.