Un grupo de apoyo esperó con expectación la salida de la detenida de los Juzgados de Vía Alemania, donde la mujer, identificada como Cintia de Luis, fue recibida por una decena de personas tras su liberación sin fianza.

La joven había sido arrestada durante una marcha en rechazo a la corrida de toros en Palma. Al momento de su detención, las autoridades la acusaron de resistencia grave y desobediencia a la autoridad, según la documentación oficial presentada en el juzgado.

A primera hora de la mañana de este viernes, el Juzgado de Palma decidió dejarla en libertad, imponiéndole la obligación de comparecer ante el juez cuando se le requiera, además de notificar cualquier cambio de residencia para evitar una posible detención provisional.

Cintia, quien relató su experiencia a los periodistas, expresó su preocupación por los eventos ocurridos durante la noche en el calabozo. Afirmó haber sufrido violencia policial, mostrando marcas y una herida en la cabeza que, según ella, fue causada por un agente que la empujó contra la pared y la derribó al suelo.

Defendió la naturaleza pacífica de la manifestación, aunque mencionó que un grupo de individuos, a quienes calificó de "nazis", lanzaron insultos y objetos hacia los manifestantes, mientras que, según su versión, la Policía no intervino.

Joan Servera, portavoz del grupo de apoyo, reiteró que la manifestación se desarrollaba de manera tranquila y criticó la respuesta violenta de la Policía, especialmente hacia Cintia, cuya detención fue descrita como un ataque directo. Señaló que, de acuerdo con los testimonios de otros manifestantes, varios de ellos también sufrieron lesiones a causa de la intervención policial, las cuales quedaron registradas en informes médicos.

El suceso tuvo lugar alrededor de las 21:00 horas del jueves, pero Cintia no recuperó su libertad hasta el mediodía del viernes, durante el cual fue trasladada por diferentes celdas.

Aunque Cintia se mostró confundida y asustada por la experiencia, su grupo de apoyo ha decidido contratar a un abogado para evaluar posibles acciones legales frente a un comportamiento policial que consideran excesivo.

Por otro lado, fuentes policiales han negado las acusaciones de violencia durante la protesta, sosteniendo que el evento transcurrió con normalidad, salvo la detención de Cintia por supuestamente agredir a un agente, lo que se habría manifestado en una actitud agresiva de unos pocos individuos, a los que los organizadores de la manifestación pidieron que se identificaran y abandonaran el lugar.

Sin embargo, Servera contrarrestó esas afirmaciones, reiterando que no existió tal agresión y cuestionando la veracidad de los informes médicos presentados por la Policía.