PALMA, 22 Sep. - El abogado Pedro Horrach, que defiende al subinspector de la Policía Nacional Miguel Ángel Blanco en el caso ORA, ha justificado las detenciones y registros realizados a la familia del antiguo político Álvaro Gijón debido a indicios de blanqueo. "Había indicios, equivocados, pero indicios", admitió.
La sesión de este viernes del juicio contra los antiguos investigadores se reanudó con el informe del abogado Horrach, después de haber sido interrumpida el jueves tras casi 12 horas de duración.
El abogado ha insistido en que el reconocimiento de deuda y los traspasos entre sociedades son indicios de blanqueo, incluso si las cantidades son pequeñas. Sin embargo, el abogado reconoció que debería haberse investigado más a fondo.
"¿Era estrictamente necesario detener a los padres de Gijón? No. Tampoco era necesario detener a mi representado", señaló.
Por otro lado, Horrach argumentó la absolución de su representado, refutando los cargos que se le imputan. En relación a las presiones a los detenidos y al delito de obstrucción a la justicia, el abogado mencionó episodios expuestos durante el juicio, como los relacionados con Miguel Ángel Femenía y Antoni Roig.
Según explicó Horrach, el primero admitió que no fue intimidado, mientras que Blanco sacaba a Roig de la celda, lo invitaba a tomar café y fumar. "Esa fue la gran tortura", resaltó. El representante del subinspector admitió que pudo haberse excedido al hablar a solas con el detenido, lo cual podría considerarse una conducta censurable desde el punto de vista administrativo, pero no penal.