
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha programado una reunión con las educadoras en huelga para el 11 de junio, marcando un paso importante en la búsqueda de soluciones a una situación que ha captado la atención de la comunidad.
El pasado jueves, durante la sesión del pleno del Ayuntamiento, una madre, representante de las familias de las escoletas externalizadas, tomó la palabra de forma emotiva. Con lágrimas en los ojos, pidió justicia para las educadoras que llevan un mes de protesta, enfatizando la necesidad de mejores condiciones laborales.
Sorprendentemente, a pesar de la presión de las trabajadoras que asistieron al pleno vestidas con camisetas negras exigiendo salarios justos, el alcalde aún no había mantenido un encuentro con ellas. La madre reprochó que solo la regidora de Educación, Lourdes Roca, se hubiera comprometido a escuchar sus quejas, al tiempo que demandaba un compromiso formal por parte del Ayuntamiento.
Las familias de las educadoras manifestaron su respaldo total a las demandas de las mujeres en huelga. La madre leyó una carta en la que se destaca que el conflicto trasciende la mera cuestión salarial; se trata de la voz de un colectivo que se siente agotado y marginado. "Es un grito desesperado de un grupo que ha sido invisibilizado y humillado", resaltó con firmeza.
Por otra parte, la portavoz de las educadoras, que expresó su frustración en nombre de las trabajadoras, confirmó que el encuentro con el alcalde está previsto para el próximo mes. Sin embargo, lamentó que no se haya convocado a una reunión antes desde diciembre, destacando la falta de atención a su situación crítica.
La representante de las educadoras también criticó las condiciones del modelo actual de gestión, que las coloca en una posición de vulnerabilidad, siendo tratadas como personal de segunda, mientras realizan tareas equivalentes a sus colegas que están en escoletas de gestión directa. "Por el mismo trabajo, nosotros recibimos salarios que apenas alcanzan el mínimo", señaló con preocupación.
En otra intervención, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, Maribel Alcázar, se unió al apoyo a las educadoras en huelga durante su participación en el pleno. Su mensaje fue contundente: "A igual trabajo, igual salario", un principio básico que parece desatenderse en este caso.
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