PP y Vox se oponen a aumentar el canon del agua y a condicionar el desarrollo urbano a la disponibilidad hídrica.
PALMA, 20 de mayo.- La sesión del Parlament ha culminado con un resultado negativo para la propuesta presentada por el PSIB, que buscaba aumentar el canon del agua para los grandes consumidores y vincular el desarrollo urbano a la capacidad de abastecimiento de agua potable. Los votos en contra del Partido Popular y Vox han sido determinantes para su rechazo.
Durante el plenario del martes, la diputada socialista Carol Marqués defendió una iniciativa relacionada con la gestión del agua que logró cierto consenso en diferentes aspectos, pero que no pudo avanzar en los puntos más conflictivos.
Entre los temas más destacados que no prosperaron se encuentran el aumento del canon del agua y la exigencia de un informe sobre la suficiencia de recursos hídricos para nuevos proyectos urbanísticos. Ambos aspectos fueron rechazados por los representantes del PP y Vox.
Además, otra solicitud que no fue aprobada pedía al Govern el desarrollo de un programa para identificar y clausurar pozos ilegales en Balears, así como destinar los ingresos del canon de agua a la depuración y regeneración del recurso.
También se intentó condicionar el inicio de cualquier nuevo desarrollo urbanístico a un cambio normativo que garantizara el suministro de agua, pero esta propuesta no avanzó, a pesar de la abstención de Vox.
Sin embargo, se aprobó de manera unánime una solicitud al Ejecutivo para interconectar las redes de abastecimiento y ayudar a aquellos municipios que enfrentan restricciones o problemas con sus acuíferos. También se planteó la necesidad de reducir el uso de acuíferos en un 80% al permitir el reposo de los pozos.
Marqués, encargada de defender la moción, destacó que las sugerencias no son simples ideas, sino medidas esenciales para proteger un recurso tan escaso en el archipiélago como el agua. Aseguró que es fundamental garantizar la recuperación de los acuíferos, especialmente ante las restricciones que ya sufren tres municipios.
Por su parte, el diputado del PP, Sebastià Mesquida, reconoció que aunque su partido aprecia algunos puntos de la moción y ha propuesto enmiendas, criticó a la izquierda por su enfoque alarmista, instando a buscar soluciones concretas para mejorar las infraestructuras hídricas en las Islas.
La diputada de MÉS per Mallorca, Maria Ramon, agregó que no solo se necesita un compromiso individual, sino un cambio de modelo responsable para abordar la crisis del agua. Propuso incluso limitar el número de turistas, que, según sus datos, consumen prácticamente el 50% del agua en Balears, usando entre 300 y 800 litros diarios, dependiendo de su alojamiento.
María José Verdú, diputada de Vox, cuestionó las intenciones de los socialistas, afirmando que su moción no ofrece soluciones reales, sino que intenta encubrir su falta de acción durante sus ocho años en el poder y utilizar el agua como un arma política.
Finalmente, Joana Gomila, representante de Més per Menorca, acusó al Gobierno autonómico de ceder a las demandas de Vox, denunciando que la subida del canon se había visto influenciada por esta formación política, indicando que esto demostraba una colaboración poco saludable entre el PP y Vox.
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