En un hecho lamentable, inspectores de los servicios veterinarios municipales y agentes de la Policía Local han rescatado a tres perros pastores alemanes que estaban sufriendo en jaulas y en condiciones inhumanas en un establecimiento comercial de Can Pastilla.

El propietario de los perros enfrenta ahora una sanción de 2.440 euros por no garantizar el bienestar de los animales.

Todo comenzó el pasado 7 de junio, después de recibir una denuncia ciudadana, cuando los técnicos del área de Medio Ambiente y la policía inspeccionaron el lugar y descubrieron que los perros, de gran tamaño, estaban encerrados todo el día en un sótano dentro de jaulas improvisadas de madera.

Además, se encontró que dos de los perros no estaban identificados con microchip ni tenían las vacunas requeridas, mientras que el tercero estaba registrado a nombre de otra persona.

Los inspectores dieron al dueño un mes para corregir las infracciones y proporcionar un espacio adecuado para los perros, pero al volver un mes después, encontraron que las condiciones seguían siendo inaceptables según las leyes de bienestar animal.

Ante esta situación, y luego de que el propietario renunciara a los perros, los técnicos decidieron trasladar a los tres animales al centro de bienestar animal de Son Reus para que puedan ser adoptados.

El propietario enfrenta ahora una multa de 2.440 euros por diversas infracciones, incluyendo la falta de identificación de los perros con microchip, condiciones higiénico-sanitarias deficientes, perjuicios a terceros y persistencia en la conducta infractora.