El tribunal encargado de juzgar al juez Manuel Penalva, al fiscal Miguel Ángel Subirán y a los policías José Luis García Reguera, Miguel Ángel Blanco, Blanca Ruiz e Iván Bandera ha puesto punto final al juicio tras más de ocho horas de informes de las defensas y las últimas palabras de los acusados. La sentencia se conocerá próximamente.
El exjuez Manuel Penalva ha manifestado su temor ante las consecuencias derivadas de este proceso, afirmando estar condenado a vivir con miedo. En su intervención, ha solicitado que, en el caso de que suceda algo sospechoso, se realice una investigación exhaustiva para descubrir la verdad.
Penalva, en primer lugar, ha admitido haber tomado medidas de seguridad tanto activas como pasivas debido a la situación. Además, ha confesado que llevar un arma consigo no es una situación agradable.
En relación a la instrucción del caso Cursach, el exjuez ha defendido su trabajo y ha reconocido que siempre se puede mejorar. Asimismo, ha negado haber ejercido coacción o amenazas, argumentando que siempre han buscado la verdad y resulta poco creíble que hayan actuado de forma incorrecta en su tarea.
En términos similares se ha expresado el exfiscal Miguel Ángel Subirán, quien ha declarado que, en caso de que se le atribuya un supuesto suicidio al lanzarse por la ventana, se estaría propagando una mentira ya que alguien le habría arrojado de manera intencionada. Subirán ha mostrado su descontento por la ausencia del fiscal Tomás Herranz en las últimas fases del juicio, lamentando que no haya dado la cara y lo haya evitado.
El exfiscal ha confesado vivir con temor, evidenciado por el hecho de que ya no puede dormir solo en su hogar debido a la presencia de dos individuos desalmados y sicarios. Además, ha admitido que su capacidad de conciliar el sueño se ha visto enormemente afectada.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Blanqueo, José Luis García Reguera, ha manifestado que en sus 34 años de carrera nunca ha sido objeto de un expediente, y menos aún de un procedimiento judicial. Ha lamentado profundamente que durante este caso hayan sido denigrados y menospreciados, tratados como si fueran personas completamente fuera de sí.
El subinspector Miguel Ángel Blanco, en algún momento emocionado, ha afirmado que está siendo acusado simplemente por aparecer en un chat y, aprovechando la ocasión, ha advertido sobre los peligros que conlleva formar parte de estos grupos de comunicación. Además, ha reiterado que el concurso de la ORA estaba amañado y ha defendido el trabajo riguroso realizado por todos los investigadores involucrados en el caso.
La inspectora Blanca Ruiz ha reiterado su inocencia y ha solicitado su absolución, mientras que Iván Bandera ha expresado su agradecimiento hacia el tribunal por su labor.