PALMA, 31 de julio. La huelga indefinida del transporte interurbano en Baleares continúa, tras un nuevo fracaso en las negociaciones que tuvieron lugar en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (Tamib). Las discusiones se extendieron por más de ocho horas, pero no lograron llegar a un acuerdo que pusiera fin al conflicto.

El sindicato de trabajadores SATI ha manifestado su descontento con la actuación de la patronal, señalando que se vieron obligados a revisar "cada aspecto del preacuerdo". Aseguran que, a pesar de estar cerca de la firma, la repentina división entre los empresarios llevó a que se retiraran del texto y provocaran la ruptura de las negociaciones, obligando a los trabajadores a levantarse de la mesa.

Los representantes de los empleados han expresado su preocupación por la falta de consideración de los empresarios hacia las consecuencias de sus acciones, las cuales han dejado a miles de usuarios esperando en las paradas debido a la codicia de unos pocos que, según ellos, han llegado de la península solo para "explotar" el servicio mientras ofrecen un desempeño deficiente.

En este contexto, el sindicato aboga por que la administración considere la posibilidad de internalizar el servicio de transporte, reclamando que no se permita que "empresarios de esta índole" gestionen el transporte público en las Islas Baleares.

Frente a esta difícil situación, SATI ha reiterado su compromiso de no rendirse y ha mantenido el documento que presentaron durante la negociación este miércoles. Hacen un llamado a la presidenta del Govern, Marga Prohens, instándola a que actúe en defensa de los ciudadanos de Baleares y que no ignore los problemas que afectan a la comunidad.