La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares ha decidido aplazar el juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de una de sus hijas menores, mostrar material pornográfico a su hijo menor y maltratar a sus tres hijos.

El juicio estaba programado para comenzar este miércoles, pero se pospuso debido a problemas con las citaciones de algunos testigos.

Al salir del Palacio de Justicia, el acusado intentó evitar a las cámaras de los medios de comunicación. Primero se escondió tras una puerta y luego salió cubriéndose la cabeza con una chaqueta.

Según el escrito del fiscal, el procesado convivía desde 2014 hasta agosto de 2020 con sus tres hijos menores de edad en Ecuador, todos ellos de nacionalidad española.

En fecha indeterminada, pero alrededor de mayo de 2015, cuando una de las niñas tenía diez años, el acusado presuntamente propuso que durmiera con él. Mientras estaban en la cama, el padre supuestamente realizó tocamientos a la menor, según el fiscal.

Después de eso, la víctima se levantó asustada de la cama y su padre le pidió que durmiera de nuevo con él, advirtiéndole que no contara nada de lo sucedido o sucedería de nuevo.

Además, cuando otro de sus hijos tenía siete u ocho años, el procesado supuestamente le mostró un video en el que dos mujeres se desnudaban y tenían relaciones sexuales. Nuevamente, le dijo al menor que no contara nada.

Según el fiscal, durante el tiempo que el hombre vivió con sus tres hijos menores en Ecuador, los sometió a un trato gravemente humillante y vejatorio, que incluía insultos y agresiones físicas como golpes en la cabeza, en la espalda, empujones y patadas.

Las dos víctimas menores fueron remitidas para recibir tratamiento psicológico especializado debido a las secuelas del abuso sexual.

La madre presentó una denuncia el 8 de agosto de 2020, pero las diligencias se archivaron provisionalmente debido a problemas formales. En septiembre del mismo año, la Fiscalía presentó una querella, lo que llevó a la reapertura de las actuaciones.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Inca impuso una medida de prohibición de comunicación o aproximación del padre hacia una de sus hijas, y se dictaron medidas de atribución de custodia a la madre de los tres menores.

Los hechos, según la acusación, constituyen un delito de abuso sexual a un menor de 16 años, otro delito de exhibición de material pornográfico a un menor y un delito de maltrato habitual.

El Ministerio Público solicita penas que suman diez años de prisión, la medida de libertad vigilada durante ocho años, la privación de la patria potestad, la inhabilitación para cualquier profesión que implique contacto con menores durante cinco años y órdenes de alejamiento por más de tres años de la pena impuesta, si corresponde.

También se solicita una indemnización de 15.000 euros en concepto de responsabilidad civil a favor de las víctimas.