PALMA, 3 de diciembre.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha manifestado contundentemente que las enmiendas al dictamen del decreto de simplificación administrativa, promovidas por Vox y que recibieron aprobación por un desliz del Grupo Parlamentario 'Popular', "nunca debieron ser votadas ni incorporadas", al considerarlas una "línea roja" que no se debería cruzar en el marco político actual.

Estas declaraciones, efectuadas durante la sesión plenaria del Parlament, surgen en respuesta a una interpelación del portavoz de MÉS per Mallorca, Lluís Apesteguia, quien inquirió sobre si Prohens comparte la opinión de que su alianza con Vox puede estar perjudicando su gestión y reputación política.

A pesar de las críticas, Prohens defendió su posición, afirmando que desde el momento en que el partido de Santiago Abascal desmanteló todos sus acuerdos de gobernanza en el ámbito autonómico, su administración se encuentra en una situación de "minoría", lo que exige que se aborde cada legislación de manera individual y que se negocie "ley por ley e iniciativa por iniciativa".

La presidenta regional respondió incisivamente a Apesteguia, cuestionando si los pactos del grupo de MÉS con el PSIB también podrían ser perjudiciales. "Después de haber perdido un 5% de los votos, siguen dependiendo del PSIB y adoptando un estilo que no les favorece", le reprochó, apuntando a las debilidades de la oposición.

En la misma línea, el portavoz de MÉS per Mallorca expresó su pesar, con un tono irónico, por el hecho de que el error del Partido Popular consistiera en aprobar las enmiendas de Vox, mientras que se desestimaron las propuestas de la oposición. "No fue un simple error humano, sino que se consumó un error político de gran envergadura", insistió, criticando la dirección que han tomado los acontecimientos en el Parlamento.