Crónica Baleares.

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Workers at TIB mark eighth day of strike with an "Argentine pot-banging protest."

Workers at TIB mark eighth day of strike with an

PALMA, 28 de julio. - En un nuevo capítulo de su prolongada huelga, el sindicato SATI ha organizado una llamativa "cacerolada a la argentina" en la Estación Intermodal de Palma, marcando así el octavo día de sus movilizaciones.

Programada para comenzar a las 08:30 horas de este martes, la protesta está diseñada para ser una manifestación "simbólica, ruidosa y contundente", según ha declarado el sindicato, que invita a todos los participantes a unirse en este acto de descontento social.

Los convocadores del evento han animado a los huelguistas a traer cucharones, tapas y cualquier utensilio que pueda generar ruido, reiterando su mensaje de que están en una situación crítica: "¡Que se enteren de una vez que no tenemos nada que meter en la olla!", indica un portavoz de SATI.

La cacerolada se extenderá hasta las 10:00 horas, tras lo cual habrá una pausa para que los manifestantes "merenden y recarguen fuerzas". Sin embargo, la protesta volverá con más fuerza a las 13:00 horas, prometiendo "la misma rabia, el mismo coraje y el doble de volumen" hasta las 14:30 horas.

El lema de esta jornada es un claro llamado a la acción: 'La paciencia ya revienta, ¡con olla y cazo empieza la tormenta!'. En una de las movilizaciones anteriores, el pasado viernes, el sindicato había escenificado una representación simbólica en la que asumían el papel de los empresarios concesionarios del TIB, en un gesto de crítica hacia los altos mandos.

Este lunes, la protesta se ha ampliado hacia otras localidades, con manifestaciones en el aeropuerto de Palma y Magaluf (Calvià), donde se han aprovechado para distribuir información a los turistas acerca de las razones de su lucha.

Las negociaciones entre SATI y la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) siguen estancadas desde el pasado viernes, tras una reunión en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (Tamib) que concluyó sin acuerdos. Ambos lados coinciden en que el principal obstáculo reside en el ámbito económico, con los empresarios ofreciendo un incremento salarial que varía entre el 8% y el 12% en un período de cuatro años, mientras que SATI ha presentado dos propuestas alternativas que han sido rechazadas, intensificando la tensión entre las partes implicadas.