Crónica Baleares.

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"Barrios de inmigrantes y bajos ingresos, los más afectados por las inundaciones"

PALMA, 29 de septiembre. Un reciente estudio ha revelado que, de los 463,188 residentes en Palma y Marratxí, aproximadamente 164,991 (35,62%) habitan en áreas propensas a inundaciones, especialmente aquellas situadas cerca de los torrentes Gros y d'en Barberà. Este hallazgo pone de manifiesto el alto riesgo que enfrentan estos sectores, lo que plantea serias preocupaciones para las autoridades locales y los habitantes.

La investigación, llevada a cabo por el grupo de I+D+i de Geosistemas Mediterráneos y Riesgos Naturales (GeoMedRisk), que forma parte del Instituto de Investigaciones Agroambientales y de Economía del Agua (Inagea) de la Universitat de les Illes Balears (UIB), ha permitido identificar las zonas con mayor vulnerabilidad social frente a este fenómeno natural. Entre las áreas más afectadas se encuentran Pere Garau, Son Canals y Rafal Vell, donde reside una alta proporción de población migrante y de bajos ingresos.

Con el objetivo de evaluar la vulnerabilidad social relacionada con las inundaciones repentinas, los investigadores han diseñado una nueva metodología, la cual ha sido detallada en un artículo publicado en la revista 'International Journal of Disaster Risk Reduction'. Esta metodología evalúa tanto los efectos inmediatos sobre las personas como el impacto socioeconómico que las inundaciones pueden causar, lo que refleja el alcance del daño a la vida comunitaria.

Para llevar a cabo este análisis, el equipo utilizó una combinación de datos geográficos, físicos, demográficos y socioeconómicos que les permitió crear un índice de vulnerabilidad social frente al riesgo de inundación. La lógica difusa, un método matemático que se utiliza comúnmente en la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre, también fue incorporada al modelo.

Los resultados de esta investigación ofrecen a las autoridades una herramienta valiosa para comprender mejor la distribución de la vulnerabilidad y ayudar a priorizar medidas preventivas, mejorando así la gestión del riesgo en las zonas afectadas. En este sentido, el análisis se concentra en los municipios de Palma y Marratxí, que se encuentran en el conocido pla de Palma, una región marcada por el peligro de inundación debido a la presencia de los torrentes mencionados.

El estudio concluye que de la población de 463,188, el 35,62% podría verse afectado por las inundaciones de estos dos torrentes. Además de la identificación de las áreas más vulnerables, destaca la concentración de numerosas infraestructuras críticas en estas zonas, como centros educativos, sanitarios y de asistencia, cuyo impacto negativo se amplificaría en caso de inundaciones, dificultando las labores de recuperación y atención postcatástrofe.

Un dato relevante es que dentro de las áreas potencialmente afectadas, se encuentran 20 centros asistenciales (39% del total en Palma y Marratxí), 71 educativos (33%) y 16 sanitarios (35%), junto con el parque de bomberos de Son Malferit. Esto implica que las áreas más densamente pobladas y con menos recursos también son las que albergan la mayor cantidad de servicios esenciales, lo que puede complicar aún más la respuesta ante desastres naturales.

A través de esta investigación, queda claro que la vulnerabilidad ante inundaciones no es uniforme en toda la ciudad. En Palma, los barrios con menos recursos tienden a ser los más poblados, lo que implica que podrían sufrir las consecuencias más severas en caso de un evento de inundación. Así, la investigación se enfoca en cómo la comunidad puede estar mejor preparada frente a fenómenos inesperados y devastadores.

Aunque este estudio no aborda directamente la probabilidad de inundaciones, sí se centra en los aspectos sociales que pueden agravar su impacto. La vulnerabilidad social se refiere a las variables que determinan la capacidad de una comunidad para enfrentar y recuperarse de eventos catastróficos, reconociendo cómo factores socioeconómicos y culturales influyen en esta dinámica.

Una alta vulnerabilidad social puede ser contrarrestada por una infraestructura adecuada, poblaciones bien informadas y planes de evacuación efectivos, incluso si el riesgo de inundaciones es elevado. En el contexto de cambios climáticos y la creciente urbanización, los enfoques propuestos por el equipo de la UIB son fundamentales para la protección de la comunidad, así como para fomentar una conciencia social que ayude a disminuir los impactos de futuras 'torrentades'.