Un empresario catalán de 74 años fue condenado a tres años y medio de cárcel en Palma por estafar a un matrimonio de Girona con un negocio de diamantes africanos, que finalmente perdieron su vivienda al hipotecarla para invertir en el supuesto negocio.
El Tribunal Supremo ha rechazado modificar la condena, confirmando la sentencia que también impone una multa de 2.700 euros al empresario y le ordena indemnizar al matrimonio con la cantidad defraudada, de 400.000 euros.
El hombre se presentó ante el matrimonio como un empresario exitoso en la compraventa de diamantes en Sierra Leona, prometiendo grandes beneficios a través de una inversión en diamantes que resultó ser una estafa, dejando al matrimonio en la ruina.
La Audiencia consideró que el acusado no tenía intención de llevar a cabo ninguna actividad comercial y se apropió del dinero del matrimonio, que terminó hipotecando su vivienda para obtener un préstamo que el empresario nunca invirtió en diamantes.
En el juicio, el acusado defendió su inocencia asegurando que el negocio de diamantes era real, contando una historia sobre un asalto en Sierra Leona en el que supuestamente le robaron los diamantes y asesinaron a dos personas que lo acompañaban en el viaje.
Las víctimas declararon que confiaron en el acusado debido a sus aparentes conocimientos sobre el negocio de los diamantes, pero terminaron perdiendo su casa y toda su inversión.
El Tribunal analizó las pruebas presentadas por el acusado, como fotografías y dossieres genéricos, pero concluyó que no había documentación contable que respaldara la operación ni pruebas del supuesto asalto en Sierra Leona.
Además, la Sala consideró poco creíble que el acusado pudiera introducir tres millones de dólares en un país extranjero sin dejar rastro y destacó la falta de credibilidad de un testimonio presentado por un hombre que afirmaba ser cónsul honorario de España en Sierra Leona.
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