La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de un individuo de nacionalidad senegalés, bajo la sospecha de haber cometido una serie de ocho robos en diferentes establecimientos de la zona central de Palma, tales como cafeterías, supermercados, polideportivos y colegios. Este sujeto ya ha sido enviado a prisión tras el procedimiento judicial correspondiente.

Según un comunicado emitido por la Jefatura Superior de Baleares, el grupo encargado de investigaciones de robos notó un alarmante aumento en los incidentes delictivos en un corto lapso de seis días, especialmente en áreas cercanas a la calle Aragón y la Plaza de las Columnas, además de colegios adyacentes.

Las investigaciones revelaron un patrón claro en la forma de operar de los delincuentes, que forzaban las entradas de los locales con evidente violencia, rompiendo escaparates, puertas y ventanas para llevar a cabo sus fechorías.

Los agentes también pudieron determinar que estas actividades delictivas se realizaban en horas de la madrugada, cuando la oscuridad ofrecía un manto de protección y los comercios estaban cerrados. Este modus operandi estaba caracterizado por la rapidez y la agresividad mostrada durante los robos, reflejando un notable empeño delictivo por parte de los implicados.

Uno de los afectados relató que al llegar a su establecimiento alrededor de las 4:30 a.m., mientras se encontraba en la cocina, escuchó ruidos extraños provenientes del salón. Al asomarse, se encontró con un hombre que, al verse descubierto, se dio a la fuga a través de un pequeño hueco que había creado en la barrera de seguridad.

Otro propietario también explicó en su denuncia que al intentar abrir su negocio, notó que los barrotes de la puerta de cierre estaban doblados, permitiendo que una persona pudiera pasar a través de ellos. Una vez dentro, se percató de que los ladrones habían consumido bebidas y alimentos, además de reconocer que habían desaparecido cinco botellas de alcohol del mostrador.

Las denuncias de las víctimas revelaron que los delincuentes también se habían llevado numerosos objetos de un instituto cercano, incluyendo una cámara fotográfica, tres objetivos y un ordenador portátil. Adicionalmente, de otro colegio, se reportó el robo de un portátil más. En total, se estima que el monto de dinero sustraído asciende a aproximadamente 2.300 euros, mientras que el valor de los bienes robados por las víctimas se acerca a los 1.500 euros.

Después de escuchar a los afectados e iniciar las investigaciones pertinentes, los detectives lograron identificar al sospechoso. Finalmente, se procedió a su localización y arresto, siendo trasladado a las dependencias policiales. Posteriormente, un juez ordenó su ingreso en prisión provisional mientras continúa el proceso legal en su contra.