En Palma, dos jóvenes españoles y un menor han sido arrestados por su supuesta implicación en una serie de robos violentos y otros delitos. La Policía Nacional ha dado a conocer que estas detenciones están relacionadas con tres incidentes ocurridos en la barriada de Son Rapiña, donde se han reportado actos de violencia y amenazas hacia las víctimas.

Desde principios de octubre, la Comisaría de Oeste recibió varias denuncias que detallaban robos llevados a cabo con una notable agresividad. Las víctimas relataron que los atacantes utilizaron una violencia inusitada durante los asaltos, lo que llevó a los investigadores a considerar la posibilidad de que estuvieran organizados como un grupo criminal.

Los policías identificaron patrones en los robos, incluyendo la hora del día y las ubicaciones, revelando un clima profundo de inseguridad en la zona. Las denuncias coincidieron en cómo los tres jóvenes perpetraban los asaltos con una clara estrategia: cada uno de ellos desempeñaba un rol específico en los ataques, lo que indicaba una preparación previa.

Los primeros incidentes se dieron durante la tarde, especialmente cerca de lugares frecuentados por jóvenes, con varias de las víctimas siendo menores de edad. En un caso, un chico fue asaltado en las proximidades de un parque, donde, bajo amenazas, fue obligado a entregar un reloj y una pequeña suma de dinero, mientras sus agresores lo inmovilizaron y amenazaron con represalias si se atrevía a denunciarlo.

En otro episodio, un grupo de amigos fue abordado en una plaza, donde uno de los jóvenes fue forzado a pelear, mientras los otros le propinaban golpes, incluso portando objetos que potencialmente aumentaban el daño. Tras ser sometido y herido, le robaron un reproductor musical y un teléfono, y lo llevaron a un cajero para realizar un retiro que terminó siendo una transferencia a favor de uno de los atacantes.

La situación escaló aún más cuando los agresores rompieron la tarjeta SIM del teléfono de otra víctima, amenazándolo con venganzas si decidía informar a la policía sobre el asalto. En un tercer incidente, otro menor fue intimidado por los mismos jóvenes en la puerta de su casa y obligado a comprarles artículos de consumo, mientras sufría amenazas de violencia tanto hacia él como hacia su familia.

Después de reunir todas las denuncias y testimonios de las víctimas, los agentes lograron identificar a los presuntos delincuentes. Dado el peligro que representaban debido a su comportamiento violento, se organizó un operativo para su localización y captura, que finalmente se llevó a cabo en el domicilio de uno de ellos.

Durante el registro de la vivienda, la policía recuperó uno de los objetos robados. Posteriormente, los tres detenidos fueron presentados ante la autoridad judicial, y se dictó prisión provisional para dos de ellos, mientras que el menor será enviado a la Fiscalía de Menores, marcando un claro reflejo de la preocupación social respecto a la criminalidad juvenil en la región.