
La Policía Nacional ha detenido a dos hombres de origen argelino por favorecer la inmigración ilegal y pertenecer a un grupo criminal. Estos individuos eran los patrones de una patera que fue localizada en el mar por la Guardia Civil y posteriormente rescatada por Salvamento Marítimo en Colònia de San Jordi, Mallorca. La embarcación tenía un total de 20 personas a bordo, de las cuales dos eran argelinos y los demás eran subsaharianos, incluyendo a una mujer y un menor de edad.
Una vez rescatados, los migrantes fueron puestos a disposición de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. La patera no contaba con chalecos salvavidas, había escasez de agua y alimentos, y los migrantes apenas sabían nadar. Además, se descubrió que antes de embarcar, los pasajeros eran aislados en un bosque cercano al punto de salida, esperando la mejora del tiempo y la ausencia de vigilancia policial. Durante estos días, eran amenazados con armas blancas para que no delataran a los patrones ni a la organización una vez llegados a España. El precio medio que pagaban estos migrantes era de 1.000 euros, siempre por adelantado.
La identificación de los patrones fue complicada debido a la tipología delictiva, a la ley del silencio impuesta a los migrantes, a los miedos y desconfianzas de los testigos, al poco tiempo para las investigaciones y al cambio constante del 'modus operandi' en función de las investigaciones policiales. No obstante, una vez identificados, ambos sujetos fueron detenidos y acusados de favorecimiento de la inmigración irregular y pertenencia a un grupo criminal. El juez de Manacor ordenó su ingreso en prisión provisional.
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