El Gobierno de las Islas Baleares ha reafirmado su postura en contra de la venta de permisos para el alquiler turístico de embarcaciones de recreo privadas durante tres meses al año. Esta decisión ha sido anunciada mientras se prepara una reunión con profesionales del sector náutico que se llevará a cabo el próximo martes.

Antònia Maria Estarellas, vicepresidenta segunda y consellera de Presidencia, Coordinación de la Acción de Gobierno y Cooperación Local, expuso ciertos detalles en una reciente conferencia de prensa tras el Consell de Govern. Durante este encuentro, se prevé abordar las preocupaciones y necesidades del sector antes de tomar cualquier decisión final.

Estarellas subrayó la importancia de trabajar en colaboración con el sector, afirmando que las medidas a adoptar se decidirán en conjunto y no de manera "impuesta ni unilateral". Este enfoque busca asegurar que las soluciones sean adecuadas y bien fundamentadas.

Desde el Ejecutivo autonómico, se argumenta que permitir el alquiler de estas embarcaciones no solo ignora las características únicas del archipiélago balear, sino que también pone en peligro la sostenibilidad del litoral de las islas, un aspecto considerado fundamental para el bienestar ambiental y económico de la región.