En un reciente desarrollo judicial en Manacor, un individuo ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de agresión sexual contra una mujer con discapacidad. Esta sentencia se acordó como parte de un pacto entre las partes implicadas, evitando así la celebración del juicio programado.

El acusado, quien había enfrentado inicialmente una posible condena de cinco años de cárcel, aceptó una pena rebajada a cambio de cumplirla bajo la tutela de su madre. Esto significa que, en lugar de ser encarcelado, permanecerá en su hogar materno, donde su madre tendrá que supervisar su conducta durante el tiempo estipulado.

Además de la pena de prisión, el acuerdo establece que el hombre deberá someterse a tratamientos en un centro educativo especializado y a un programa de educación sexual. También se le impone una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima durante siete años, así como una prohibición de cualquier tipo de comunicación con ella.

Un aspecto significativo del caso es que tanto la fiscalía como la representación de la acusación particular decidieron renunciar a solicitar una indemnización por los daños morales y psicológicos que la víctima sufrió, que originalmente se había estipulado en 19.000 euros.

Según los detalles presentados por el fiscal, el delito ocurrió el 9 de agosto de 2021, durante una cita que el acusado había concertado con la víctima en su casa. En ese encuentro, aprovechó la situación para agredirla sexualmente, teniendo en cuenta que la mujer contaba con un diagnóstico de discapacidad.

Es importante destacar que el acusado sufre de una "capacidad intelectual límite" y padece un trastorno de la personalidad, lo que llevó a considerar su estado mental como un factor relevante en la decisión del tribunal al aplicar la eximente incompleta por alteración psíquica.