El pasado jueves, el rector de las parroquias de Manacor, Antoni Amorós, se vio sorprendido por el inesperado derrumbe del techo de la iglesia de Son Negre, a pesar de haber realizado reparaciones hace cuatro años. Según Amorós, "de ninguna manera se esperaba esto".
El responsable de las iglesias del municipio explicó a Europa Press que el desplome del techo se produjo entre el domingo, cuando hubo fuertes lluvias acompañadas de barro, y el miércoles, cuando se descubrió la incidencia. Al inspeccionar el interior de la iglesia, no se encontraron restos de barro, lo que sugiere que la caída del techo ocurrió después de las lluvias.
La iglesia, que data de finales del siglo XIX con una ampliación posterior, tiene cinco tramos de bóveda sostenidos por tres arcos, dos de los cuales se derrumbaron, provocando el colapso de tres tramos de la bóveda en el interior del templo. A pesar de que Son Negre se usaba de forma esporádica, estaba programada una boda en 15 días.
Ante la pregunta sobre si habían notado alguna señal de que el derrumbe pudiera ocurrir, Amorós mencionó que habían observado una grieta, pero que no la consideraron preocupante. Hace cuatro años, se llevaron a cabo importantes trabajos de reparación en el tejado y en los locales adyacentes, por lo que el desplome fue totalmente inesperado.
Respecto a los próximos pasos a seguir, el rector admitió desconocerlos, pero espera la llegada de técnicos para evaluar "el desastre" in situ.
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