PALMA, 1 de octubre. La situación de los apartamentos turísticos en las Islas Baleares ha mostrado un decrecimiento notable durante el pasado mes de agosto. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se registraron 1,64 millones de pernoctaciones, lo que equivale a un descenso del 7,7% en comparación con el mismo periodo de 2022.

En cuanto al volumen de turistas que eligieron este tipo de alojamiento, se contabilizaron 304.833 visitantes, lo que representa una caída del 2,9% respecto al año anterior. Este bajón en las cifras plantea una reflexión sobre la capacidad de atracción del archipiélago en el sector turístico.

De los viajeros que disfrutaron de los apartamentos durante agosto, 230.129 eran internacionales, mientras que 74.704 eran residentes en el país. La duración promedio de sus estancias se situó en 5,4 días, lo que sugiere una preferencia por el turismo de mayor duración entre los huéspedes extranjeros.

Además, se estima que durante el mes mencionado estaban operativos 22.353 apartamentos, ofreciendo un total de 68.067 plazas disponibles. La ocupación en estos alojamientos alcanzó un notable 84,96%, con un total de 8.898 trabajadores implicados en su funcionamiento.

En el ámbito del turismo rural, los datos también muestran una dinámica interesante. En agosto, este segmento acogió a 79.179 visitantes, de los cuales 67.721 eran de origen extranjero y 11.458 eran nacionales. En total, se contabilizaron 268.483 pernoctaciones en estos alojamientos, con una estancia media de 3,39 días.

La oferta para el turismo rural incluye 12.121 plazas repartidas en 572 alojamientos y una ocupación promedio del 77% en cuanto a habitaciones. Además, esta actividad genera empleo para 3.961 personas, contribuyendo así a la economía local.

A nivel nacional, las cifras indican que los alojamientos turísticos extrahoteleros en España, que abarcan desde apartamentos hasta campings y albergues, lograron sumar más de 26,1 millones de pernoctaciones en agosto. Este número supone un incremento del 0,6% respecto al año anterior, lo que refleja una tendencia positiva en el turismo a nivel estatal, a pesar del descenso observado en las Baleares.