En el juicio celebrado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, un cocinero y los propietarios de un restaurante en Magaluf han negado rotundamente las acusaciones de narcotráfico. La Guardia Civil intervino droga durante la investigación, pero tanto el trabajador como el matrimonio dueño del negocio han afirmado que no sabían nada acerca de un supuesto negocio de venta de estupefacientes y han negado que la droga encontrada les perteneciera.

En un giro inesperado, el dueño del restaurante, que previamente había admitido el tráfico de drogas tras su detención, ha cambiado su versión en el juicio. Argumentó que confesó debido a que se encontraba extremadamente nervioso tras una agresión a su esposa en el calabozo. Según su testimonio, el acusado estaba profundamente preocupado por su familia y sus dos hijos, uno de ellos con apenas un mes de vida, temiendo que le fueran arrebatados por las autoridades. Por miedo, admitió "todo" lo que se le atribuía.

El Ministerio Público solicita penas de cárcel que en total suman 28 años de prisión, además de multas que ascienden a 370.000 euros, para todos los acusados. Según la Guardia Civil, la supuesta actividad de narcotráfico habría tenido lugar entre julio y agosto de 2022.