El exjuez Manuel Penalva ha expresado su preocupación por las consecuencias del procedimiento que ha llevado al juicio contra los investigadores del caso Cursach, afirmando que está "condenado a vivir con miedo". Durante su intervención final en el juicio, Penalva ha hecho un pedido contundente: "Si un día aparece muerto, que se investigue".
Penalva ha sido el primer en tomar la palabra durante la última sesión del juicio en su contra, donde también están siendo juzgados el fiscal Miguel Ángel Subirán y los agentes de la Unidad de Blanqueo. Durante su intervención, el antiguo juez ha manifestado que ha tenido que tomar numerosas medidas de seguridad, tanto activas como pasivas. "No es agradable tener que llevar un arma", señaló.
Además, Penalva ha defendido su actuación en la instrucción del caso Cursach, admitiendo que "seguramente se podría haber hecho mejor", pero subrayando que en ningún momento ha coaccionado ni amenazado a nadie. "Es poco creíble que hayamos cometido tantos errores", afirmó.