En Palma, el 27 de agosto, el representante del Gobierno central en Baleares, Alfonso Rodríguez, ha hecho un llamado a la presidenta del Govern, Marga Prohens, instándola a optar entre una gestión colaborativa de la crisis migratoria o seguir la ruta marcada por sus acuerdos con partidos de extrema derecha, que se centran en la migración como un tema de confrontación.

Durante una comparecencia ante los medios, Rodríguez criticó a Prohens por cuestionar los métodos utilizados para calcular la capacidad de acogida de la comunidad. Le reprochó su falta de asistencia a las conferencias de Inmigración organizadas por Madrid y la carencia de datos necesarios sobre menores no acompañados que deberían ser proporcionados desde la administración autonómica.

“La falta de presencia del gobierno balear en estas conferencias de coordinación es un problema. Además, al solicitar información precisa sobre la acogida en Baleares, surge la inquietud de por qué no se están compartiendo esos datos. Esta comunidad es una de las pocas que no ha respondido a la solicitud de información, lo que resulta preocupante", declaró Rodríguez, acusando al Govern de obstaculizar la distribución de recursos económicos mientras al mismo tiempo exige mayores aportaciones del Estado.

Al ser interrogado sobre los criterios utilizados para establecer la capacidad de acogida de cada comunidad autónoma, Rodríguez explicó que se toma la población total de España y se divide por el número total de migrantes no acompañados, aplicando este cociente a la población balear, lo que arroja un total de 406. Insistió en que este método es objetivo y fundamentado.

Rodríguez añadió que, según estos cálculos, Baleares no se encuentra, como sostiene el Ejecutivo autonómico, en un 1.000% de su capacidad de acogida ni está en condiciones de solicitar una situación de contingencia migratoria, a pesar de las afirmaciones recientes del Govern.