
La entidad ecologista Terraferida ha decidido dejar de lado su activismo por el momento debido a la falta de apoyo por parte de partidos políticos e instituciones públicas de Mallorca para llevar a cabo políticas ecologistas transformadoras, según se informó en un comunicado.
La agrupación ha denunciado que, tras ocho años de hacer propuestas, alegaciones y sugerencias de cambios legales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, no han obtenido respuesta ni han conseguido avanzar en esta materia debido a la falta de voluntad política. Por ello, han decidido suspender sus actividades temporalmente.
Otro de los motivos que ha llevado a la entidad ecologista a cesar su actividad momentáneamente es la carencia de recursos económicos y personal. Terraferida ha destacado que no acepta recursos públicos ni de empresas privadas para mantener su independencia, pero esta postura limita su acción. Sin embargo, la agrupación ha asegurado que si se viera una voluntad real de cambio, el segundo motivo no sería ningún obstáculo para continuar con su labor.
Los movimientos sociales necesitan conseguir objetivos de vez en cuando y, según la entidad, en Mallorca no se están logrando. Los partidos progresistas han gobernado 16 de los últimos 20 años en la isla y se les supone una mayor sensibilidad en temas ambientales, pero, según Terraferida, están ejecutando políticas de crecimiento y masificación, negándose a poner límites a la construcción masiva y al proceso de turistificación total de la isla.
Lamentablemente, parece que existe un patrón recurrente en la política turística y urbanística mallorquina, que consiste en no adoptar ninguna política que los grandes hoteleros no quieran y en no tomar medidas que vayan en contra de los intereses del negocio inmobiliario. En este sentido, han subrayado que el plan territorial permitirá alcanzar los tres millones de plazas residenciales y turísticas, lo que supone un millón más que las edificadas hasta ahora. Según Terraferida, ninguna fuerza política se atreve a recortar esta barbaridad que conducirá a una Mallorca masificada, caótica y precaria. Falta coraje.
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