En Palma, Baleares, se han registrado un total de 171 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas durante el año 2023, lo que representa una disminución del 47% en comparación con el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles.

Este dato marcó un mínimo histórico en la serie que abarca hasta el año 2014. De las viviendas afectadas, 162 eran usadas y solo nueve eran nuevas; en cuanto a la titularidad, 126 pertenecían a personas físicas y 45 a personas jurídicas.

A lo largo del año 2023, se certificaron un total de 332 ejecuciones hipotecarias sobre fincas de cualquier clase, además de las viviendas, se registraron 30 sobre fincas rústicas, cuatro sobre solares y 126 sobre fincas urbanas de otro tipo.

Durante el cuarto trimestre, se reportaron 42 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en Baleares, lo que representó una disminución del 40% en comparación con el mismo periodo de 2022. Todas estas viviendas eran de segunda mano, siendo 32 de personas físicas y diez de personas jurídicas.

Entre octubre y diciembre, en Baleares se registraron un total de 105 certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas. De estas, cinco fueron fincas rústicas, dos solares y 56 fincas urbanas de otro tipo.

A nivel nacional, la cifra de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 9,248 en 2023, lo que representa una disminución del 21% en comparación con 2022 y el dato más bajo desde 2020. Este descenso, mucho más pronunciado que en 2022 (-3,7%), muestra una tendencia a la baja en las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales después de aumentar significativamente en 2021 y 2020.