En un tenso debate político, el Partido Popular (PP) ha lanzado graves acusaciones hacia Alfonso Rodríguez, el delegado del Gobierno en Baleares, considerando que actúa como un "delegado del sanchismo". Por su parte, Vox ha exigido su dimisión tras la polémica suscitada en una reciente comparecencia en el Senado.

El martes pasado, durante su intervención ante la Comisión Mixta sobre la Insularidad, Rodríguez cargó contra el PP y Vox, señalando que ambos partidos han exacerbado el tema de la migración para desviar la atención de su propia falta de gestión y, a su juicio, para cosechar votos en el archipiélago. Afirmó que la temática migratoria se ha convertido en un "número dos" en la agenda socialista debido a los esfuerzos de la derecha.

"Lo que ustedes hacen es instrumentalizar la migración como un recurso para captar votos, mientras ocultan su ineficiencia y dificultades governamentales", expresó Rodríguez contundentemente, acusando a los partidos de no querer abordar problemas como el uso del territorio, la política turística y el fenómeno de la masificación en las islas.

Esta convocatoria del delegado fue a raíz de una solicitud del PP para que se clarifique la gestión que se está llevando a cabo ante la crisis migratoria que afecta a Baleares. En respuesta, el diputado del PP, José Vicente Marí, instó a Rodríguez a explicar la situación de los servicios administrativos públicos, así como la dotación de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la región.

Durante la sesión, el delegado fue criticado por no ofrecer respuestas claras, limitándose a hacer lo que el diputado del PP calificó de "propaganda del sanchismo". "Usted debe actuar como delegado del Gobierno, no como un representante del sanchismo", enfatizó Marí.

Vox también tomó la palabra, exigiendo que Rodríguez se responsabilice de los efectos derivados del aumento de migrantes en la comunidad, apuntando directamente a la responsabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez en el incremento de muertes en el mar por su política migratoria. El diputado Jorge Campos instó a Rodríguez a dimitir inmediatamente después de su comparecencia.

Además, Campos enfatizó la necesidad de aumentar las plazas disponibles en las fuerzas de seguridad, alertando sobre la insuficiencia de personal en la Policía Nacional y la Guardia Civil en las islas. Según sus afirmaciones, existe un déficit significativo, estimando la falta de 300 policías nacionales y 500 guardias civiles, y acusó al Gobierno de no presentar soluciones viables.

En defensa de su gestión, Rodríguez comunicó un aumento de 79 efectivos de la Policía Nacional y 120 de la Guardia Civil programados para el próximo año. Atribuyó los problemas de plantilla a recortes previos realizados por el Gobierno de Mariano Rajoy entre 2011 y 2018, que llevaron a España a perder más de 14.000 agentes en total.

Como reacción a la situación, sindicatos policiales y asociaciones profesionales de la Guardia Civil han organizado una concentración este jueves frente a la Delegación del Gobierno, argumentando que el incremento en las plantillas resulta insuficiente para enfrentar la criminalidad que azota las islas Baleares.