En un giro inesperado dentro de las filas de Vox, la diputada Idoia Ribas ha decidido dejar el partido, afirmando que lo hace en aras de preservar su libertad. Este anuncio fue realizado el pasado martes a través de su cuenta en la red social X, donde especuló sobre las razones detrás de su marcha.

Ribas, quien había prometido no abandonar el grupo a menos que el acoso persistiera tras su salida, aseguró que no tiene otra opción, debido a la presión a la que se ha visto sometida por parte de la cúpula de Vox. En sus palabras, considera que los líderes actuales no solo han propiciado su bajo rendimiento, sino que han impulsado un ambiente hostil para aquellos que buscan beneficio del partido.

La diputada también criticó abiertamente a Vox por lo que ella califica como maltrato a varios de sus representantes electos. Según su visión, el partido ha optado por no gobernar en varias autonomías y ha renunciado a ejecutar las políticas que prometió a sus votantes, lo que la llevó a cuestionar si esa es la alternativa que realmente desean los españoles.

Ribas añadió que los medios de comunicación han desinformado respecto a su situación y sus relaciones dentro del partido. Refutando rumores, señaló que no fue ella quien inició una controversia con Manuela Cañadas, su compañera hasta ahora, diciendo que ha sido objeto de una campaña de difamación por parte de su propio grupo parlamentario. Acusó a Cañadas de atacar su honor y principios ante la presión que sintió al ser comparada con otro diputado que defendió su postura.

Finalmente, relató cómo empezó la discusión con Cañadas, quien supuestamente cuestionó su lugar en el Parlament. Ante esto, Ribas sugirió que, si no era aceptada, se llamara a los ujieres para que la expulsen. Asegura que la disputa no fue escuchada por ninguna prensa, pero las versiones de los hechos han sido convenientemente filtradas desde dentro de Vox.