En un periodo de tres días, las fuertes tormentas en las Islas Baleares provocaron la cancelación de aproximadamente 435 vuelos en los aeropuertos de Palma, Ibiza y Menorca, según informó Aena.

El miércoles, se cancelaron alrededor de 150 vuelos en Son Sant Joan, afectando al 15,7% de la operativa programada. En Ibiza y Mahón se cancelaron 15 y 10 vuelos respectivamente, representando un 5% y 5,9% del total.

El jueves, las cancelaciones continuaron siendo significativas, con más de 180 vuelos cancelados en Palma, 18 en Ibiza y 10 en Menorca debido a las persistentes tormentas.

Para el viernes, aunque la situación meteorológica mejoró ligeramente, los retrasos persistieron, especialmente en vuelos con destino a Europa Central.

En Palma, se habían operado más de 700 vuelos de los más de 1.000 programados, con solo diez cancelaciones. En Ibiza, alrededor de 40 vuelos se vieron afectados de un total de más de 450, y en Menorca se cancelaron dos vuelos de los 120 programados.

Para evitar la acumulación de aeronaves en espera en el aire, se implementaron restricciones en el tráfico aéreo, llegando a situaciones de paralización de la operativa. Estas medidas fueron coordinadas entre Enaire, los aeropuertos afectados y Eurocontrol, basándose en informes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El secretario de Estado del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y presidente de Enaire, José Antonio Santano, enfatizó la importancia de la seguridad en todas las decisiones tomadas durante este periodo. Criticó las acusaciones de Ryanair sobre un supuesto exceso de celo en seguridad, señalando que la seguridad siempre será la prioridad por encima de los intereses comerciales de las compañías aéreas.